Ser un joven adventista en el siglo 21 es todo un desafío. En la actualidad, muchos jóvenes están confundidos y con muchas preguntas sobre cómo deben vivir la vida cristiana en una sociedad con estándares contrarios a la fe bíblica. Indiscutiblemente, el mundo es atrayente, y la gran mayoría se deja llevar por las “tendencias” del momento, y dejan sus principios, o los “amoldan” para encajar dentro de la sociedad.
Mantenerse fiel en este siglo es visto como algo retrógrada o arcaico. La fe bíblica es vista como una lista interminable de “prohibiciones” impuestas para coaccionar la “libertad”. Y ni que hablar sobre el pensamiento posmoderno con su encumbrado relativismo, en dónde nada es cierto ni falso en su totalidad. Sin lugar a dudas, miles de jóvenes están buscando algo o alguien que pueda trazarles una ruta adecuada para ser fieles al Señor en medio de este mundo convulsionado y desafiante.
Vivir la vida cristiana bajo el estándar bíblico no tiene nada de prohibiciones, sino que la Biblia contiene cientos de consejos divinos para desarrollar integridad de carácter, propósito en la vida y felicidad en medio de cualquier circunstancia. Salomón lo resume sencillamente así: “Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto”. (Eclesiastés 11:9) El joven adventista que quiere ser fiel en este siglo debe mantener siempre presente a Dios. No albergando la idea de que él es un juez cruel y dispuesto a castigar cada vez que desobedece, sino teniendo a Dios siempre presente como un “marco de referencia” para autorregular sus pensamientos y conducta diaria. Por este motivo, presentamos una ruta simple para que sirva de referencia a cualquier joven y señorita adventista, sobre cómo vivir una vida cristiana fructífera y ser un verdadero y moderno discípulo de Jesús.
FIDELIDAD EN TODO – Deuteronomio 6:5 dice “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas”. La fidelidad se resume en amor. Aunque parezca un cliché no tan elaborado, el amor lo puede todo. Alcanza con leer 1 Corintios 13 para entender la idea completa. El joven adventista que decide ser fiel a Dios es porque lo ama de todo corazón. La fidelidad es por lo tanto un compromiso total con Dios. El joven fiel se asegura de guardar el sábado como es debido, evitando hacer cosas que puedan cortar su conexión con el Creador. Así mismo, cuida de su cuerpo y su salud, rechazando cualquier cosa que pueda dañarlo o imposibilitarlo de obedecer a Dios. Además, reconoce a Dios como el originador de todas las bendiciones materiales que recibe, lo que lo lleva a devolver los diezmos y ofrendas con alegría de corazón. Ser fiel es una decisión que requiere una entrega completa, muchas veces incomprendida por las personas, pero que trae gran gozo ahora y para siempre.
INTEGRADOS EN UNIDAD – Ningún ser humano es una isla, somos seres sociales. Tenemos una gran necesidad de pertenecer a un grupo que comparta nuestras mismas características, gustos y anhelos. Es por este motivo que la Biblia nos motiva a reunirnos, a compartir juntos, a llamarnos hermanos. Hebreos 10:24- 25 nos dice: “Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca”. Sin lugar a dudas, este consejo del apóstol Pablo es tan importante para la sociedad moderna que se ha vuelto extremadamente exclusivista e individualista. El joven fiel busca congregarse con otros jóvenes cristianos para alabar a Dios. Es por este motivo que la participación y asistencia al Culto Joven, Escuela Sabática Joven, Grupo Pequeño Joven y la Escuela o Club de Líderes de Jóvenes cobran un papel vital e importante en el desarrollo de una vida cristiana fuerte y perdurable en el tiempo. Es importante, por lo tanto, reconocer que debemos mantenernos integrados en unidad a la iglesia y sus diferentes actividades y programas.
ESTUDIO DE LA BIBLIA – El estudio personal y profundo de la Biblia es también una característica crucial que determina a un joven adventista fiel. El conocimiento bíblico es la mejor defensa contra los ataques de filosofías y tendencias seculares del día a día. En el salmo 119:130 encontramos algo muy importante: “la exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo”. La Biblia es luz en un mundo de oscuridad, es la única fuente de verdad inalterable de Dios. La única manera de tener “entendimiento” adecuado de la vida es a través de la Palabra de Dios. Muchos piensan que la ciencia ha destruido la confianza en la Biblia, sin embargo, esto nunca será así. Por miles de años, la Biblia ha guiado a generaciones de cristianos y hoy sigue hablando tan claramente al corazón de todo aquel que esté dispuesto a escuchar y obedecer a Dios. Sus principios son eternos y sus verdades son inalterables. Por este motivo, el joven fiel valora el estudio personal de la Biblia en las primeras horas de la mañana; acompaña su estudio con el folleto de la lección de escuela sabática y es un constante lector de los libros de Elena de White. Asimismo, busca ampliar su conocimiento bíblico por medio de investigación significativa extraída de fuentes confiables.
TRABAJO MISIONERO – La vida cristiana sin una participación en la misión, es como agua estancada. Con el tiempo esta agua llega a descomponerse y emite olores desagradables. La misión es la fuerza que mantiene viva la espiritualidad del cristiano. El llevar a las personas al conocimiento de Cristo y la entrega de vidas por medio del bautismo es el más grande indicador de salud espiritual. Elena de White lo resume así: “Nada despierta el celo abnegado ni ensancha y fortalece tanto el carácter como trabajar en beneficio del prójimo (MLC, 70)”. Por otro lado, la orden de ganar almas es de origen divino. Somos motivados por el ejemplo de Jesús, quien dijo: “Como tú me enviaste al mundo, yo los envío también al mundo” (Juan 17:18). Somos enviados a buscar y salvar a la humanidad. El joven adventista fiel debe vivir la misión. Cada familiar, vecino, compañero y amigo es un potencial candidato para el reino de los cielos. Sólo así podrá mantenerse fuerte espiritualmente y podrá ser fiel a Dios en todo el sentido de la palabra. Aprovecha toda oportunidad para compartir tu fe y ponte un desafío personal de ganar como mínimo a una persona anualmente. Siempre habrá alguien que esté deseoso de escuchar sobre la bendita esperanza que es Jesús. Finalizo mencionando que el camino de la fidelidad a Dios no es fácil. Siempre habrá altibajos y personas que pensarán que eres “raro o a la antigua”. Pero si estás dispuesto de corazón a obedecer a Dios sigue los consejos que te he dado y recuerda que, aunque caigas, serás levantado; cuando te desanimes, serás motivado; y cuando creas que ya no puedas más, serás fortalecido. El joven fiel siempre creerá las palabras de Filipenses 4:13 – “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. ¡Dios te bendiga, #Maranatha!
Pr. Francesco Marquina
Ministerio Joven – Unión Peruana del Norte