Category: liderazgo

Ministerio Joven Adventista / 2022-2025

El énfasis durante los próximos años será fortalecer la identidad de los jóvenes adventistas. Es por eso que habrá un énfasis especial en el uso del logo JA, tanto en el aspecto de promoción, gráfica, uso masivo, como en la enseñanza y vivencia de la esencia de lo que este logo representa para el movimiento de los jóvenes adventistas y su misión.

 

El sueño: Un Ministerio Joven activo en cada congregación.

 

Un Ministerio Joven activo comprende:

  • Que cada MJ sea registrado en el Sistema de Gestión del Ministerio Joven (S-JA).
  • Que cada MJ se enfoque en los énfasis como parte central de sus acciones y proyecto unificado del movimiento JA.

 

Énfasis:

  1. ESpacio joven – YO VOY
  2. Grupo pequeño joven – YO VOY
  3. Estudios bíblicos – YO VOY
  4. Misión Caleb – YO VOY
  5. Culto joven – YO VOY

 

Objetivos:

  1. ESpacio joven – YO VOY
  • Lograr que cada Ministerio Joven tenga su Escuela Sabática Joven funcionando regularmente y, de manera ideal, reuniéndose en el ESpacio joven.
  • Registrar la clase joven en la app 7me y semanalmente tomar asistencia, esto ayudará como herramienta de acompañamiento, evaluación y proyección de la vida de discipulado de los jóvenes.
  • Promover la suscripción de la lección de Escuela Sabática Joven con el fortalecimiento del proyecto MANÁ o la adquisición de la lección individual para estudiarla regularmente.

 

  1. Grupo pequeño joven – YO VOY
  • Integrar la clase de jóvenes para que funcione como un GP joven cada semana.

 

  1. Estudios bíblicos – YO VOY
  • Buscar y atender a los amigos interesados con estudios bíblicos, desarrollando así un ministerio personal de testimonio en la vida de los jóvenes.

 

  1. Misión Caleb – YO VOY
  • Hacer que cada clase joven/GP joven se constituya en un equipo Caleb para participar activamente del Evangelismo Joven en las vacaciones.

 

  1. Culto joven – YO VOY
  • Realizar semanalmente el culto joven en la iglesia local, eligiendo el mejor día y horario, de preferencia, los sábados al final de la tarde.
  • Efectuar, una vez al mes, de manera distrital, una celebración joven.
  • Promover actividades sociales y recreativas después del culto joven – celebración.

Carlos Campitelli

Ministerio Joven – División Sudamericana

Read More
Grupo Pequeño de Jovenes

Todos quieren formar parte de una comunidad donde pueden sentirse amados, respetados y valorizados. Todos quieren amigos verdaderos que se preocupen, que lloren, que rían y celebren con uno cada victoria. Todos quiere, pero no todos tienen. La iglesia debería ser aquel lugar, no el templo sino las personas que personas que forman parte de él. Allí es donde vemos la importancia de tener grupos pequeños saludables para el crecimiento y conservación de los jóvenes en la familia en Cristo.

Ya en el segundo quinquenio la División Sudamericana (DSA) eligió a las nuevas generaciones como uno de los énfasis en los cuales trabajar, dando a entender su preocupación con los niños, adolescentes y jóvenes. ¿Sería el Grupo Pequeño un camino para el rescate y la conservación de los jóvenes?

Soy líder de jóvenes el Paraguay donde hemos tenido una experiencia muy interesante con los Grupos Pequeños de amigos, y estoy compartiendo algunas de las enseñanzas que aprendí en el Ministerio Pastoral y también en el Ministerio Joven de Brasil. Mucho de lo que aprendí viene de experiencias, visitas, vivencias y lecturas. Uno de los libros que no puede ser ignorado y que es motivo de mi pasión por este asunto es el “Crecimiento Explosivo” de Joel Comiskey, donde el autor hace una investigación científica con las iglesias más grandes del mundo en grupos reducidos denominado células, allí saca lecciones importantes para la vida en comunidad. Mi presuposición para abrir pequeños grupos de jóvenes viene de allí, y quisiera presentárselos a continuación:

  1. El grupo pequeño es compuesto por un líder que tiene la visión de Dios para sus amigos y para aquellos a quienes acostumbra cuidar.
  2. Grupo pequeño es para multiplicarse, el fruto de un grupo pequeño es crear un nuevo grupo pequeño.
  3. Esa multiplicación acontece cuando un miembro ya está cuidando de sus amigos.

LA IMPORTANCIA DEL LÍDER: varias veces en la iglesia local tenemos la costumbre de abrir grupos pequeños por área geográfica, por clases de escuela sabática, u otros. Esta estrategia, aunque sea la más llamativa y resulte de forma rápida, tiene la tendencia de perder la concurrencia y al poco tiempo, terminar. Nos enfocamos en las reuniones o eventos, camisetas; y muchas veces estamos en el grupo pequeño, los mismos que están en la iglesia y haciendo las mismas cosas de la misma manera, y no involucramos a los de afuera. La mejor forma de abrir un grupo pequeño de jóvenes sería inspirar a un joven o algunos jóvenes a tener la visión de Jesús para sus amigos. Eso se da estudiando la Biblia con ellos, mostrando la importancia del discipulado, del cuidado y del amor en práctica. Este joven o estos jóvenes son desafiados a crear sus comunidades de cuidado; son amigos con quienes ellos pueden tener una atención especial, ayudar, cuidar, visitar, y consecuentemente abrir un grupo pequeño. Su grupo debe incluir algunas personas de la iglesia con dones diversos y útiles para el grupo pequeño, no más que 5, y los demás son amigos no adventistas que ahora él cuidará; su trabajo comienza cuando termina la reunión. Todas las otras funciones pueden ser delegadas pero la de líder del grupo pequeño, pastor de un rebaño, esa no. A lo largo de la semana él visitará o llamará a cada miembro del grupo pequeño, dándoles importancia a cada uno de ellos, cuidándolos; por eso el grupo pequeño no puede ser tan grande.

LA IMPORTANCIA DE LA INFORMALIDAD: es un tanto peculiar visitar algunos grupos pequeños. Un día fui al grupo pequeño de mis padres, y me sentí como “jugando a la pequeña iglesia”, como hacía con mis primos en la infancia. Era como si fuese una pequeña iglesia, todo mecánico, todo era muy predecible, hasta las sillas ordenadas en filas, un púlpito, un predicador.  La formalidad hace que algunos hermanos salgan de la iglesia apenas termina la escuela sabática, otros en la mitad del sermón, y la mayoría vive en la iglesia sin amigos. El grupo pequeño necesita ser fruto de un relacionamiento, y los relacionamientos son espontáneos. La reunión no necesita y no puede ser una “pequeña iglesia”, además, no es necesaria tanta formalidad y reverencia para que seamos una iglesia, es más un encuentro de amigos que se sienten cuidados, amados y por eso cantan, oran, comen sin preocupación a los prejuicios o reglitas padronizadas, que el programa sea espontaneo le da singularidad y esencia, al no tener una secuencia fija algunos pueden empezar con la comida, otros con la alabanzas, o con el testimonio y así sucesivamente. Entendiendo estos elementos que hacen parte del grupo pequeño cada uno puede organizar la reunión a su propia realidad. A pesar que la reunión no sea el foco principal del grupo pequeño, es una de las consecuencias.

LA IMPORTANCIA DE LA COMIDA: Como decía el rabino Moshe Bem Shaul, “la formula Biblia + comida es infalible”. La iglesia primitiva no tenía templos, no había equipamientos sofisticados, no tenían estudios estandarizados e impresos, ellos se tenían unos a otros y a Cristo. Contantemente se reunían en las casas, algunos comentarios dicen que constantemente estaban haciendo Santa Cena, pero lo notorio era que se reunían para compartir comida, comían y contaban sus historias de conversiones y milagros. Esto mudo la vida de la iglesia y muda la vida de cualquier comunidad que aprendan a vivir y a comer juntos. Aquí orientamos a los jóvenes a no invitar a sus amigos a hacer estudios intensivos de Daniel y Apocalipsis o a estudiar directamente la Biblia, sino a invitarlos a comer conforme a su realidad. Es en una refección comunitaria donde estos jóvenes comparten las bendiciones, abren sus corazones y sienten al Espíritu Santo actuando.

Las comunidades que ya se relacionaban de esta forma antes de la pandemia no tuvieron problemas para mantenerse. En los grupos pequeños se crea un ambiente propicio para así permanecer unidos y sentirse en familia, independiente si es de forma virtual o presencial. Tenemos grupos pequeños que no dejaron de reunirse considerando siempre lo establecido por el gobierno. Considero que los grupos pequeños teniendo la filosofía correcta pueden disminuir el índice de apostasía y que aumentar el número de jóvenes que se sientan interesados a compartir y vivir su fe.

Read More
Todo Por Él, Nuestro Gran Llamado

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?  ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” (Romanos 11:33-36).

Ese es uno de los puntos más importantes de la carta a los Romanos. Pablo está listo para hacer una transición en el énfasis presentado en la carta. Hasta ese momento, él había escrito sobre temas profundos de teología. Del capítulo 1 al capítulo 11, Pablo demuestra paso a paso la manera en la que el hombre es justificado delante de Dios, cómo Cristo murió por nuestros pecados, la relación entre la ley y el Espíritu, cómo Dios pretende incorporar a la plenitud de los gentiles y de Israel a su nueva comunidad de creyentes. Pablo integra tiempo y eternidad, historia y escatología, justificación, santificación y glorificación de una manera tan profunda que Pedro llega a decir que hay cosas en los escritos de Pablo “difíciles de entender” (2 Pedro 3:16).

Pero, a partir del capítulo 12, hace un cambio brusco en los temas presentados en la carta a los Romanos. Pasa a escribir las implicaciones prácticas del evangelio para la vida de los cristianos, pero antes de hacer la transición entre la profundidad de la teología y las alturas de la práctica cristiana, escribe un lindo himno de adoración a Dios.

Pablo nos ayuda a entender algunas verdades en esa transición. Es peligroso solo el estudio de temas teológicos que no llevan a la adoración. Una teología sin adoración puede quitar de la vida la alegría del cristianismo y eso es muy peligroso. Por otro lado, todavía más peligroso es una adoración desprovista de teología. Como dijo Mark Johnston: “La teología es la espina dorsal de la vida cristiana”. Por eso, Pablo nos enseña en esa transición a tener el equilibrio entre la teología y la adoración, una está íntimamente relacionada a la otra. No podemos tener solo la presentación de temas teológicos sin llevarlos a la adoración, como tampoco podemos tener adoración sin una base teológica sólida. Puede ser un peligro intentar ver la vida de los cristianos solo por medio de argumentos teológicos que, de manera aislada, pueden volvernos fríos e indiferentes. Por otro lado, un peligro hasta mayor es tener adoración sin base teológica. Ese error puede llevarnos a una adoración vacía, que honra con labios, pero en la que el corazón está lejos de la verdad.

La vida cristiana equilibrada debe estar completamente fundamentada en el “Así dice Jehová” y en la verdadera adoración que no es solo de labios, sino que se lleva a la práctica en cada aspecto de la vida.

Después del himno, en el versículo 36, Pablo enseña que la vida cristiana debe llevarnos a tres reconocimientos. El cristiano tiene que reconocer que todo es de él, todo viene a nuestras manos por medio de él y todo es para él. Esos tres puntos no son solo aspectos cognitivos, sino que deben manifestarse en cada aspecto de nuestra vida diaria.

En primer lugar, debemos reconocer que todo es de Dios. Ese primer punto es el más fácil para la gran mayoría de los cristianos, pues es una cuestión solo de consentimiento intelectual. Si alguien te pregunta: ¿quién te dio ese auto, esa casa, ese empleo? Casi automáticamente decimos: “me los dio Dios”. Algunos hasta ponen un adhesivo con ese eslogan en el auto. Ese es el primer punto para ser fiel; pero, según el texto de Romanos 11, no es lo único.

El segundo punto ya es más práctico, no es solo él, sino también por él. En otras palabras, lo que me viene a las manos no es por mi fuerza, sabiduría y capacidad, sino por la providencia de Dios que actúa en mí y me da fuerza, sabiduría y capacidad.

Cierto día conversé con un empresario cristiano que intentaba convencerme de que en Brasil no es posible ser completamente honesto y además próspero en los negocios. Él no tenía ninguna dificultad en reconocer que todo lo que poseía era de Dios, pero admitió que no ganaba por medio de él, sino por la manera en la que él actuaba para burlar la ley. Por eso, no basta con decir: “Todo es de él”, tenemos que decir también: “Todo es por medio de él”. Tenemos que tomar la siguiente decisión en ese punto: “Creo que todo lo que tengo llegó hasta mí por la amorosa mano de Dios.

  • Usted ¿llegó donde llegó solo?
  • Usted ¿es lo que es por cuenta propia?
  • Usted ¿tiene lo que tiene solo por su capacidad?

Santiago 1:17 nos dice que todo lo que tenemos y somos, nuestros talentos, tiempo, salud, capacidades y oportunidades los recibimos de la amorosa mano de Dios. Pero nuestra mayor dificultad es dar el tercer paso y reconocer que todo lo que tenemos es para Dios y su causa. Podemos hasta admitir mentalmente que es de él y por él, pero tenemos que actuar y ser fieles para demostrar que todo es para él.

Dios sea alabado porque ya se está levantando una generación de jóvenes que viven admitiendo que todo es de él, por él y para él. Jóvenes que están incómodos porque se dan cuenta que podemos hacer más por la proclamación de la verdad con nuestros talentos y recursos. Esa es la actitud que lleva a un reavivamiento personal y duradero. Algo debe iniciarse en nosotros.

Entre 1904 y 1905 el País de Gales vivió lo que se conoce como uno de los mayores reavivamientos de la historia. Los periódicos de todo el mundo difundían la noticia de las cosas extraordinarias que sucedían en virtud del reavivamiento. Un día, un hombre de Londres tomó un tren y decidió ir a ver personalmente si lo que él había leído en los diarios era verdad. Al desembarcar en el País de Gales se dio cuenta que no sabía por dónde comenzar a buscar tal reavivamiento. Después de andar por algunas cuadras, decidió abordar a un policía que estaba parado en una plaza. Se acercó y le preguntó: “Policía, ¿dónde está sucediendo el gran reavivamiento que los diarios tanto difunden?”. El policía con lágrimas en los ojos señaló su propio corazón y dijo: “Señor, el reavivamiento está sucediendo detrás de estos botones de bronce”.

El reavivamiento ¿ya comenzó en usted?

Josanan Alves de Barros Junior

Mayordomía Cristiana – DSA

Read More
7 Preguntas Para Prender el Foco Creativo

Quiero empezar desafiándote a realizar este challenge. Toma un papel, un lápiz y en 5 segundos dibuja una casa y una flor. Recuerda que solo tienes 5 segundos para hacer cada dibujo. ¿Estás listo?

Ahora trataré de adivinar y describir la casa y la flor que dibujaste. Probablemente, lo primero que hiciste al dibujar la casa fue hacer un triángulo y unas líneas para completar el techo, luego dibujaste un rectángulo debajo. Dentro de este rectángulo, hiciste la ventana haciendo un cuadrado y dibujaste 2 líneas para dividirlo en 4. Luego dibujaste la puerta y, si eres más detallista, dibujaste una ventana circular encima de ella.

Lo más probable es que para dibujar la flor, primero hiciste un círculo y luego uno a uno dibujaste los pétalos de la flor alrededor del círculo; para terminar, dibujaste el tallo un poco en curva y le agregaste dos hojas en forma de ojo y, si eres más detallista, dibujaste un poco de pasto en la base del tallo.

Si pude adivinar lo que dibujaste es porque yo hubiera hecho lo mismo. Pareciera que de alguna manera estamos programados para dibujar la misma casa y la misma flor. Si hay tantos tipos de casas e innumerables tipos de flores, ¿por qué dibujamos lo mismo una y otra vez?

Hace algunos años, IBM realizó un estudio a más de 1.500 CEO de compañías privadas y del sector público en 60 países a quienes les preguntaba ¿cuál es la principal cualidad de liderazgo que buscaban en sus colaboradores? El 35% dijo que buscaban colaboradores con pensamiento globalizado, el 52% buscaba gente Íntegra y, sorpresivamente, el 60% buscaba como principal cualidad de liderazgo la creatividad.

Los jóvenes de hoy están constantemente en búsqueda de cosas nuevas, de experiencias diferentes y se cansan fácilmente de la rutina. Son estos mismos jóvenes los que tenemos hoy en la iglesia, y es común escuchar que para muchos de ellos el concepto de iglesia está relacionado con la monotonía y el aburrimiento.

Albert Einstein dijo una vez que “No hay locura más grande que hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”. Esto me lleva a pensar si es que algunos hemos entrado en la rutina repetitiva y seguimos esperando que los jóvenes se involucren asiduamente en las actividades de la iglesia.

¿Qué podríamos hacer para brindarles a los jóvenes una iglesia más atractiva y dinámica, sin romper los principios?

En este artículo plantearemos 7 preguntas que podrían ayudarte a refrescar los programas de la iglesia y reavivar a la juventud poderosa que lideras.

  1. ¿Qué debo que dejar de hacer antes de empezar algo nuevo? Finalización. Muchas veces realizamos actividades dentro de la iglesia por costumbre y algunas de ellas ya no tienen el mismo efecto. Separa un tiempo para evaluar todas las actividades y determina cuales son las que tienen menos efecto en la vida espiritual de los jóvenes de tu iglesia, luego piensa en algo más trascendente que pudiera reemplazarlo.
  2. ¿Cómo hago lo que hago, pero trabajando en equipo? Colaboración. Es común ver a líderes de jóvenes de iglesias locales cansados a la mitad del año porque ya no saben qué hacer, pues se les acabaron las ideas. La mayor fuente de ellas no sale de una sola mente, sino de un equipo de trabajo multidisciplinario, por eso deberíamos rodearnos de personas de diferentes pensamientos y edades variadas en el equipo, para mantener las ideas frescas y de diferentes enfoques. Diferentes mentes y cualidades contribuirán con ideas frescas, con nuevas formas de pensar, y esto es esencial (Consejos sobre la obra de la Escuela Sabática, p. 184.2).
  3. ¿Qué podemos mezclar para hacer algo nuevo? En la actualidad se define a la creatividad como la mezcla de conceptos que dan como resultado un nuevo producto. La pregunta es: ¿qué programas podríamos mezclar dentro de la iglesia? ¿Qué saldría de la combinación de Semana Santa y Vida por vidas? O ¿qué saldría de combinar Impacto esperanza con Más amor en Navidad y los grupos pequeños de jóvenes?
  4. ¿Qué ideas puedo sacar del día a día para aplicar en la iglesia? Muchas veces, las mejores ideas ocurren en el momento menos pensado, mientras revisamos las redes o miramos algún video, por eso deberíamos estar siempre a la caza de ideas y, cuando encontremos una, pensar cómo podríamos aplicarla a la iglesia. Estas ideas se nos podrían escapar si nos las contamos o anotamos. Por ejemplo, hace unos días vi un video que se llama “Adéu Barcelona” y se me ocurrieron varias ideas que podríamos hacer con los jóvenes en Semana Santa o Navidad. ¿Te imaginas repartir invitaciones de esa manera?
  5. ¿Cómo podemos cambiar el propósito o la motivación de las cosas que hacemos? En un mundo donde pareciera que ya está todo creado, Recrear es un nuevo concepto de creación. Algunos programas de la iglesia podrían ser repotenciados si cambiamos el propósito o la motivación que hay tras ellos. Por ejemplo, ¿cómo podríamos darles un giro a los programas de mitad de semana en la iglesia?
  6. ¿Cómo podemos ver con luz renovada lo que venimos haciendo? No deberíamos lanzar alguna actividad o programa sin antes volver a pensar con el equipo si lo que venimos haciendo podría ser un poco diferente cada año. Probablemente para el Impacto Esperanza año tras año la iglesia ha estado dividiendo las cuadras de viviendas aledañas y repartiéndolas entre los grupos pequeños. ¿De qué manera creativa podríamos repartir los libros este año? Además del libro ¿qué más podríamos adjuntar para que sea más atractivo?
  7. ¿Cómo podemos hacer lo que hacemos de manera más atractiva? Hay programas en la iglesia que son irremplazables y fundamentales, pero que podrían estar cayendo en la rutina. Con tu equipo, piensa la mejor manera de hacerlo más atractivo.

Por ejemplo, la Escuela Sabática Joven es importantísima para la vida espiritual de todos. ¿Qué podrías hacer para darle un nuevo look? Podrías convertirla en un Espacio Joven decorando el ambiente con pintura nueva, pegando las fotos de todos en la pared, fotos de los mejores momentos vividos como clase de Escuela Sabática, etc.

Es interesante ver que, según varios estudios, la mayoría de personas no se considera creativa, de esto surge la pregunta: ¿dónde puedo encontrar la creatividad que necesito?

En Éxodo 31:1-5 dice: “Habló Jehová a Moisés y le dijo: ‘Mira, yo he llamado por su nombre a Bezaleel hijo de Uri hijo de Hur, de la tribu de Judá, y lo he llenado del espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce…’”.

En este texto, podemos ver claramente que es Dios quién da sabiduría y creatividad para realizar la misión a la que nos ha llamado. En otras palabras, podemos ser hijos creativos de un Dios creativo.

Siempre me pregunté ¿qué pasó por la mente de Dios para crear una jirafa, o un elefante o un ornitorrinco? No existe nadie más creativo que Dios.

La inmejorable fuente de nuevas ideas es la Palabra de Dios. Dice Elena de White en Testimonios para la Iglesia, tomo IV, página 372: “Si continuamente sigue a Dios y busca consagrarse aún más a él, obtendrá nuevas ideas buscando en las Escrituras”.

Es solo a través de nuestra consagración y del estudio de las Escrituras que podemos recibir la inspiración divina que requerimos para cumplir la misión que se nos ha encomendado.

Elena de White también dice que “Si los obreros humillaran el corazón delante de Dios, vendría la bendición. Entonces recibirían siempre ideas frescas y nuevas, y habría un magnífico reavivamiento de la obra evangélica, médica y misionera” (Testimonios para la Iglesia 9:175)

Uno de los riesgos más grandes al procurar innovar es que fácilmente podemos desviarnos del camino correcto; queremos cambiar todo los que vemos y, si los cambios no se dan a la velocidad que queremos, nos puede llevar a la crítica y al descontento. Por eso es de vital importancia, como dice la cita, que nuestros corazones se humillen ante Dios cada día para que las ideas frescas que recibamos de él sean las que provoquen el anhelado reavivamiento que todos queremos para esta generación.

Pr. Farí Choque Ortega

Ministerio Joven – Unión Peruana del Sur

Read More
Servir y Salvar

En el primer capítulo del libro de Hechos de los apóstoles se encuentran registradas las últimas palabras personales de Jesús a sus discípulos antes de ascender a los cielos. Eran palabras realmente importantes que determinarían el accionar misionero de todos los creyentes a lo largo de los siglos. El versículo 8 menciona: “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. Aquí hay una fórmula bien sencilla y didáctica para la expansión del evangelio.

El mismo Señor Jesús les estaba indicando a los discípulos que, para ser misioneros y cumplir la misión, primero deberían recibir el Espíritu Santo, el poder de lo alto, para que puedan ir y cambiar las vidas de las multitudes y llevarlas al Salvador. El Joven Adventista que desea ser un misionero debe estar motivado por el mismo Espíritu Santo; es a través de este poder que el objetivo de salvar y servir se vuelve una realidad constante en la vida de alguien. Pueden existir otras motivaciones que lleven al deseo de ser misionero, pero la fundamental es escuchar la voz de Dios y aceptar el desafío; y esto solo ocurre mediante la intervención directa del Espíritu Santo.

En la fórmula de Jesús se encuentra una progresión que va de menos a más. Empieza indicándoles que sean sus testigos en Jerusalén. ¿Te imaginas la cara de los discípulos al escuchar esto? Jerusalén era el lugar más difícil y peligroso para predicar el evangelio. Era tan así, que ahí crucificaron al mismo Cristo, y era el hogar de los líderes políticos y religiosos más influyentes y poderosos de la época. Jesús debía de estar bromeando, pensaron, pero no era así. Desde una perspectiva más local, es justamente en Jerusalén dónde somos llamados a predicar primero; para nosotros este lugar representa a nuestra familia. ¿Es difícil predicar a la familia? ¡Claro que sí! Así mismo, es complicado predicarles a nuestros vecinos, amigos cercanos, compañeros de estudios y de trabajo. Ellos nos conocen, saben nuestras debilidades, incluso nuestros errores, y son nuestros acusadores número 1. Sin embargo, Dios nos está llamado a predicarles. Los discípulos también se asustaron con la tarea a realizarse en Jerusalén, pero lo hicieron por amor al Maestro. La primera instrucción está dada: como joven adventista estás comisionado a trabajar en favor de los otros, empezando con tu familia, tus amigos, y a involucrarte en la predicación del evangelio en tu distrito misionero. Nadie puede amar la misión global si no ama la misión local.

El siguiente nivel de misión en la fórmula es Judea. Este lugar, junto con la región de Galilea era lo que había quedado de Israel luego de las deportaciones y ocupaciones extranjeras. Jesús estaba invitando a sus discípulos a ser testigos con sus propios compatriotas, o sea, llevar el mensaje a su propio país; a aquellos que tenían el mismo idioma, compartían las mismas costumbres culturales y vivían en la misma región geográfica. Así hoy, Jesús quiere levantar un gran linaje de jóvenes que compartan el mensaje en su propio país; gente que esté lista para llegar a cada rincón de su nación y testificar por Cristo. Por eso la iglesia ofrece programas como Misión Caleb, muy conocido por todos, y que puede realizarse local y nacionalmente. Otra opción es el proyecto Un Año en Misión (OYiM – One Year in Mission), que busca lograr que los jóvenes dediquen un año de su vida en servicio a sus semejantes, en su mismo país, a través de proyectos comunitarios, evangelismo y centros de influencia. Las opciones misioneras son amplias, sólo se necesita asumir el desafío de dedicar una temporada de la vida a Dios.

Los últimos niveles mencionados por Jesús en Hechos 1:8 hacen referencia a Samaria y luego hasta los confines de la Tierra. Los discípulos debían llevar el mensaje más allá de sus fronteras nacionales, debían ir a países cercanos, países hermanos, cerca de su misma región geográfica, y luego seguir avanzando hasta llegar a todo el mundo. Hay muchos en el mundo que aún no conocen de Jesús. Más del 63% del mundo no es ni siquiera cristiano, y hay un gran desafío en la ventana 10/40, zona del mundo donde predominan los musulmanes, budistas e hindúes. Para ir a otros países y ser parte de la evangelización global, la iglesia tiene el programa del Servicio Voluntario Adventista (SVA), que es un departamento de la Asociación General que moviliza jóvenes, estudiantes y profesionales adventistas para ser misioneros en zonas del mundo con mayor necesidad.

Predicar el evangelio es una tarea crucial para el cristiano. No es una sugerencia, es una orden. Elena de White dice “Cada verdadero discípulo nace en el reino de Dios como misionero” (SC 14.) Todos somos llamados a ser misioneros. La tarea es ardua, difícil, y sigue siendo un desafío, como lo fue para los primeros discípulos; sin embargo, Dios está llamando a una generación dispuesta a dejarlo todo y arriesgar incluso la propia vida para mostrar su amor a las multitudes que sufren y viven sin esperanza. Dios está llamando, Jesús está invitando y el Espíritu Santo está motivando. ¿Te resistirás a su llamado o le dirás: ¡Aquí estoy, Señor, envíame a mí!?

¡Sé un misionero! Y vive la experiencia de servir y salvar.

Si estás interesado en ser misionero voluntario, ten en cuenta los siguientes requisitos del SVA:

  1. Ser adventista del séptimo día con más de un año de bautismo.
  2. Ser un miembro fiel y en regla de la iglesia.
  3. Ser mayor de edad.
  4. Pagar el pasaje de avión y gastos de visa/pasaporte (en caso se requiera) al lugar de misión.
  5. Conocimientos del idioma (si se irá a un país no hispano hablante).
  6. Disponibilidad para servir entre 10 meses a 1 año como mínimo, o más (si desea).
  7. Pasión por la misión.

Beneficios básicos que recibe un misionero voluntario con el SVA:

  1. Alimentación diaria.
  2. Seguro de accidentes.
  3. Estipendio (dinero para gastos básicos).
  4. Experiencias inolvidables.

¿Quieres aprender más sobre la misión y cómo llegar a ser misionero? Participa de una Escuela de Misiones en tu campo y capacítate para ser un misionero voluntario en el mundo. Al finalizar el curso, recibirás un certificado validado por la División Sudamericana que te acreditará como misionero voluntario.

Pr. Francesco Marquina

Ministerio Joven – UPN

Read More
Ruta de la Amistad

Hace algunos años atrás, leyendo un libro de Mark Finley, evangelista y escritor al cual admiro muchísimo, me encontré con una declaración que me desconcertó bastante pues me parecía simple, obvia y poco profunda. Esta decía: “No ganamos enemigos para Dios, solo amigos”. Horas más tarde y después de pensar en aquella “declaración simple y poco profunda”, concluí que simple y poco profunda no era la declaración, sino mi apreciación.

En lo personal, me gusta mucho el evangelismo y siempre ando buscando la mejor forma de cumplir la misión a fin de ver a Cristo regresar; y pese a reconocer mi limitada comprensión de la tarea de evangelismo, he llegado a convencerme que la declaración en cuestión nos da una clave importantísima para el cumplimiento de la misión. Es plenamente cierto: “no ganamos enemigos para Dios, solo amigos”.

Tal ha sido la impresión de esta declaración, que comenzamos a idear un método de evangelismo para el Ministerio Joven basado en este concepto, el cual denominamos RUTA DE LA AMISTAD. Antes de hablar sobre dicho método, me gustaría mencionar algunas ideas respecto del concepto “amistad”.

La palabra amistad deriva del latín “amare”, amar. De hecho, es una relación afectiva entre dos o más personas. Es un don maravilloso que trae consigo no solo buenos momentos de compañerismo, sino también valores agregados como la aceptación, comprensión, pertenencia, solidaridad, apoyo, confianza, consuelo, perdón, reconciliación, alegría y un sin número de bendiciones derivadas, con las cuales podríamos llenar muchas páginas. Con tanto valor y beneficios, no es de extrañar que la amistad no solo sea un don preciado y deseado, sino también una necesidad del género humano.

En la relación etimológica que existe entre la palabra amistad y amor, podemos decir que el plan de salvación es la manifestación más grande de amor y amistad de Dios hacia el hombre, y precisamente a través de ese amor y amistad es como Dios quiere que lleguemos al corazón de las personas a fin de compartirles el evangelio.

Elena de White reafirma esta idea en una cita que tú podrías repetir de memoria junto a mí: “Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles el bien. Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: Seguidme” (CRA 551).

Sí, el método de Cristo fue la amistad, y más que método, una actitud espontánea, sincera y progresiva, ejercida de menos a más, como un proceso, un camino o una ruta clara a seguir: desde la decisión de mezclarse con los hombres, hasta decirles “seguidme” y convertirlos en sus discípulos.

Proverbios 17:17 nos da una clave en relación a la RUTA DE LA AMISTAD: “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia”. Hoy vivimos en tiempos de angustia, condición muy marcada que no necesita explicación; y aunque tú y yo sabemos que en tiempos así, lo más importante es edificar nuestras vidas sobre la Roca, que es Cristo y su Verdad, lo cierto es que las personas no entienden la trascendencia e importancia de esto con relación a sus angustias, problemas y necesidades, y nosotros sin entenderlo seguimos insistiendo en ello.

De hecho, hoy se habla livianamente de tu verdad, mi verdad y la verdad de ellos; y en un mundo donde coexisten 7.000 millones de personas, coexisten también 7.000 millones de verdades, por lo que tu verdad, aunque sea LA VERDAD, termina siendo una más entre todas las existentes. Esto es más terrible aún, ya que hasta las más grandes mentiras son consideradas verdades. De hecho a nadie se le llama mentiroso, sino se le trata como alguien que ha faltado a la verdad, es decir, todas las mentiras no son mentiras en realidad, sino verdades incompletas.

En este relativismo donde todo es válido, no podemos llegar a las personas con verdades, aunque lo sean, sino acercarnos sinceramente a ellas con lo que más urgentemente necesitan: un amigo que los ame y que sea como un hermano en tiempo de angustia. Hoy debemos acercarnos a las personas para brindarles todos los beneficios y las bendiciones de la amistad verdadera que fluye de un corazón lleno de Cristo. Debemos acercarnos con todos los valores agregados de la amistad que mencionamos al principio: aceptación, comprensión, pertenencia, solidaridad, apoyo, confianza, consuelo, perdón, reconciliación, sonrisas, alegría, etc.

Sin dudas, “no ganamos enemigos para Dios, solo amigos”, ya que a un amigo no se le necesita ganar el corazón ni la confianza, porque en la verdadera amistad estos valores están incluidos. Si esto llega a ser una realidad, entonces podremos decir como Jesús: “Sígueme”, y ese será el momento preciso cuando LA VERDAD podrá ser aceptada y atesorada, porque tendrá el valor verdadero que proviene de la autoridad de quien ama verdaderamente. Por tanto, si quieres cumplir la misión y hacer discípulos te propongo algo: Deja por un pequeño instante la verdad y dedícate a seguir la RUTA DE LA AMISTAD. Sé un buen amigo, alguien que brinde abundante amor y sé un hermano en tiempo de angustia.

Ahora, en concreto, ¿cómo puedo implementar la RUTA DE LA AMISTAD? Es muy sencillo. Escoge algún amigo no adventista que tengas, estrecha tu amistad a un nivel más cercano e íntimo y comienza a integrarlo a las distintas actividades de tu diario vivir. Para esto debes ejecutar una acción clave, la invitación. Te invito al mall, te invito a la playa, te invito a jugar futbol, te invito a tomar un helado, te invito a andar en bicicleta, te invito, te invito, te invito. El asunto de todo esto es compartir y pasar tiempo junto de manera sincera y espontánea, con el objetivo de testificar no con palabras sino con un estilo de vida cristiano. Juntamente con esto, es importante añadir, poco a poco, algunas invitaciones a actividades espirituales o de iglesia tales como recitales, grupos pequeños, culto joven, retiros espirituales, campamentos, o algún otro tipo de actividad especial de iglesia. También es importante considerar invitaciones a eventos del ministerio joven y del cronograma eclesiástico ya que, sin duda, en el contexto de la amistad, servirá para que el amigo no adventista vaya conociendo la iglesia y el grato ambiente que se vive en ella. Por último, elige un evento de evangelismo especial, al que puedas hacer la “madre de todas las invitaciones”, para que tu amigo pueda escuchar el llamado de Dios a entregar su vida a él. En nuestro caso, todos los jóvenes de nuestra Unión llevan a sus amigos al congreso de jóvenes, donde son invitados a aceptar a Cristo como Salvador. Como testimonio y para gloria de Dios quiero terminar diciendo que las decisiones por Cristo en nuestros congresos JA se han estado duplicando y, en algunos casos, hasta triplicando.

Hoy, con vistas a transformar este método en un estilo de vida, hemos fijado algunas actividades como hitos en el Ministerio Joven, donde invitar a los amigos no adventistas es un requisito para asistir. De hecho, hemos acuñado una frase que se ha transformado en un hastag: #YOINVITO.

Por último, quisiera dejar los pasos a seguir para implementar la RUTA DE LA AMISTAD:

 

  1. Registremos tres a cinco personas no adventistas y pidamos al Señor que sensibilice sus corazones.
  2. Acerquémonos a ellos con más frecuencia y consolidemos vínculos de amistad.
  3. Observemos quién se siente más a gusto con nosotros y a él dediquémosle más tiempo.
  4. Concentremos nuestras oraciones en el amigo más cercano, conozcamos sus problemas y brindémosle ayuda concreta.
  5. Sigamos orando y ganándonos su confianza. Luego invitémoslos a actividades de relacionamiento como campamentos, caminatas, Club de Conquistadores, recreación, grupos pequeños, camporís, congresos y fechas especiales.
  6. Sigamos orando por su conversión y continúa esta linda amistad, integrando a tu amigo y, ojalá, hermano al ciclo del discipulado, escuela sabática, culto joven, etc. Anímalo a hacer lo mismo por otros.

“Como pueblo, perdemos mucho por falta de simpatía y sociabilidad unos con otros” (SC 288). “El ejemplo de Cristo, al vincularse con los intereses de la humanidad, debe ser seguido por todos… no debemos apartarnos de los demás” (SC 153).

Pr. Juan Fernández

Ministerio Joven UCh

Read More
Protagonistas Para las Nuevas Generaciones

Nací en un hogar adventista; en verdad, represento la sexta generación de adventistas en mi familia. Pienso frecuentemente en el adventismo de hoy, y de manera inevitable vienen a mi memoria las historias que escuchaba de mis antepasados y mis experiencias como niño, adolescente y joven en la iglesia. Es como si pasara una película por mi cabeza, y me viera en mi iglesia local, recordando lo vivido. Algo se destaca en estos recuerdos: el impacto de mis dirigentes (pastores y ancianos) y hermanos adultos en mi juventud.

¿Un impacto?, te estarás preguntando. Sí, un impacto fuerte y difícil de apagar. ¿Cómo olvidar a algunos de esos hermanos, si cuando miro hacia atrás puedo verlos un domingo de tarde con nosotros, limpiando, pintando y acomodando el salón de jóvenes? ¿Cómo olvidar todos los sábados por la noche, jugando con nosotros al vóley, al tenis de mesa, sirviendo comida para recaudar dinero para el Camporí, o congreso de Jóvenes? ¿Cómo olvidar aquella palabra amiga en el momento indicado; aquel abrazo en esa caminata del club o en ese campamento, donde estaba siempre presente? ¿Cómo olvidar las visitas en nuestro hogar en los momentos difíciles? Soy sincero contigo: de todos los sermones, solo recuerdo uno, cuando el anciano de iglesia me pidió que lo ayudara con la ilustración del sermón. Recuerdo, también, tantos Camporís y congresos en los que ellos estaban con nosotros apoyando, disfrutando, riendo, guiando… Recuerdo que había espacio para los más jóvenes; sentía que confiaban en mí. Siempre había alguien que “luchaba” en nuestro favor en la Junta de Iglesia, diciendo “ellos”, los jóvenes, son lo más importante que tenemos en la iglesia.

¿Por qué comparto estos recuerdos con ustedes? Simplemente, para decirles que por más que las generaciones cambien ciertos perfiles, tienen necesidades que no cambian, y si estas son bien atendidas marcarán toda la diferencia en una iglesia orientada especialmente en salvar a las nuevas generaciones.

Creo que mucho podría hacerse si comenzamos por un simple paso en favor de nuestra juventud. Ese primer paso es escucharlos más. A veces creemos, como adultos, que sabemos lo que los jóvenes quieren, piensan, y cuál es su cosmovisión de vida y de la iglesia. Pero nos engañamos al pensar de esta manera. Ruego a los líderes y los hermanos que miren a la iglesia con preocupaciones legítimas sobre nuestra juventud; que dediquemos más tiempo a escuchar, para el diálogo saludable.

Unos meses atrás, invitamos a algunos jóvenes que representaban diferentes regiones de nuestro territorio sudamericano, para conversar abiertamente sobre asuntos como la relevancia de la iglesia hoy para las nuevas generaciones, el liderazgo y los jóvenes, etc. Quiero compartir algunas frases e ideas que ellos presentaron, que me resultan importantes para nuestra reflexión.

Los jóvenes creen que la relevancia de la iglesia está más relacionada con el cuidado de ellos, un interés genuino y el ser amigos, que con llevar a alguien al bautismo; siendo que esto último es consecuencia de un proceso relevante.

 

Cuando se les preguntó sobre la iglesia y la tecnología, mencionaron que la iglesia está bastante actualizada en relación con este asunto, y agradecen por esto. Pero creen que necesitan ser más escuchados, abrir espacios para el diálogo, y una vida en comunidad en la cual los relacionamientos puedan ser desarrollados creando una red de discipulado eficaz (palabras de ellos).

Sobre los jóvenes y el liderazgo, ellos manifiestan que un pastor, anciano o dirigente es influyente por la cercanía y la amistad; consigue el respeto de la juventud cuando esta se siente depositaria de confianza y tiene a alguien en quien confiar.

Un punto interesante que los jóvenes mencionaron, es sobre la impresión de que aplicamos el método de Cristo con aquellos que queremos ganar para el evangelio, pero nos olvidamos bastante de hacer uso de ese mismo método en el diario vivir de la iglesia entre los hermanos.

¿Cómo puede un líder o un adulto de la iglesia ser importante para la vida de un joven? No limitando su creatividad; escuchando más; tratándolos como amigos; no subestimando la capacidad de los jóvenes; siendo auténticos y coherentes entre el discurso y la práctica. Debemos continuar ocupándonos con dedicación de los jóvenes, y considerarlos como aliados en el proceso de hacer una iglesia amiga, relevante para la comunidad y unida en el cumplimiento de la misión.

Cuando miro estas declaraciones, pienso en lo saludables que son estos espacios de diálogo con nuestra juventud. ¡Qué bien que nos hace a todos! Ahora, existe un desafío de transformar estas reflexiones en acciones dirigidas, decisiones cruciales en favor de una generación que está esperando su espacio y tiene mucho para aportar. Esta generación nos desafía a crecer como personas y como iglesia.

Existen preocupaciones latentes, relacionadas con los jóvenes y la apostasía. Es curioso que, cuando analizamos las estadísticas mundiales de nuestra iglesia, el factor preponderante por el cual alguien abandona la iglesia sea la falta de amigos (41%), y las dos razones que siguen tienen que ver con relacionamientos. Esto es un indicador lo suficientemente fuerte, que nos revela que aquí deberían estar concentradas nuestras fuerzas e intenciones como iglesia, y por sobre todo, con los adolescentes y los jóvenes.

¿Discipular a las nuevas generaciones es un desafío institucional? Sí. Pero va más allá de lo colectivo: esto es una responsabilidad personal. El discipulado es artesanal, y por lo tanto no es una tarea institucional, sino personal. No hacemos discipulado al por mayor; el discipulado es con pocas personas. Tengo asumido mi compromiso con Dios acerca de esto, y me he propuesto cuidar, amar y pasar mi experiencia con Cristo a un joven en particular. Quiero desafiarte a hacer lo mismo en tu esfera de influencia.

Entiendo que el mejor testimonio de alguien que está en Cristo es el factor amor, en la medida en que este don de Dios es manifestado en la vida de alguien y se transfiere a la vida de otro. El discipulado con las nuevas generaciones será efectivo cuando el amor por ellos sea mayor que mis propios intereses. Jesús ya dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:35).

Me gustaría mucho que un joven en el futuro pueda decir así de mí: “Cómo olvidar ese pastor amigo, sus palabras, su cariño por mí, su atención y cuidados; su preocupación legítima en hacer de mí un mejor cristiano”. Que los protagonistas de los buenos recuerdos de los jóvenes de esta generación seamos tú y yo. ¡Siempre Maranatha!

Pr. Carlos Campitelli

Diretor do Ministério Jovem – DSA

Read More
Las Nuevas Generaciones y la Misión

Me incomodan mucho los comentarios que desprecian, rechazan y desvalorizan la generación actual de adolescentes y jóvenes de nuestra iglesia. Escucho a algunos decir que en su época los jóvenes estaban más comprometidos con la misión, pero olvidan que nunca hubo en el pasado una participación tan grande de la juventud en la misión como en los últimos años.

Actualmente, tenemos más de 205 mil jóvenes en toda Sudamérica participando del proyecto llamado Misión Caleb. En la última década pudimos ver el crecimiento en el número de jóvenes yendo a las misiones. Pasamos de 16 jóvenes misioneros voluntarios en 2009 a más de 890 el año 2018.

Como líderes, sabemos de la nacesidad de conservar el mensaje adventista, pero también necesitamos contextualizar nuestro lenguaje y presentaciones, para atraer a los jóvenes que todavía no se involucraron con la misión.

El pastor Allan Martín, que sirve a la Iglesia Adventista de Arlington, en Texas, Estados Unidos, lideró una encuesta con sus jóvenes que llamó Encuesta Adventista Millennial. Él trabajó con jóvenes desde el nivel secundario hasta con los que son padres, y observó cuatro categorías de jóvenes. Observemos las estadísticas de la encuesta:

  1. Al 10% de los jóvenes se los llama “Pródigos”: Son jóvenes que crecieron en un ambiente cristiano pero perdieron su fe. Algunos pueden imaginar que es muy poco en relación al 100%, pero no podemos olvidar que en la parábola de la oveja perdida, el pastor dejó las 99 ovejas para buscar a la única que se había perdido. (Lucas 15:4).
  2. Al 40% se los llama “Nómades”: Son jóvenes que salieron de la iglesia, pero todavía se presentan como adventistas. Interrumpieron su participación y la participación a los cultos en la iglesia. Pero, creen que esa es la iglesia verdadera, creen en en las doctrinas y profecías, pero no acepan la formalidad.
  3. Al 20% se los llama “Exiliados”: Jóvenes que se sienten perdidos entre la cultura de la iglesia y la sociedad; confundidos entre la comodidad de la tradición de sus padres y el llamado para ser del mundo pero no del mundo. Debemos estar atentos al clamor de los jóvenes que en diversas encuestas, a lo largo del tiempo, han estado luchando con esa realidad.
  4. Finalmente, al 30% de los jóvenes se los llama “los más viejos”: Son jóvenes que crecieron en un ambiente cristiano y permanecieron participando y fieles en su iglesia, hasta la transición a la edad adulta. Jóvenes que no presentan testimonios espectaculares, y por lo tanto, a veces son dejados a un lado en su realidad.

¿Cuál será entones el paso que hay que dar para atraer a nuestros jóvenes a los principios de la Palabra de Dios y al compromiso con la misión? La encuesta presenta algunas propuesta de los mismos jóvenes. Vamos a presentar las tres más relevantes y relacionarlas con algunas citas del Espíritu de Profecía para ver si ellas son coherentes.

  1. LAS RELACIONES ENTRE GENERACIONES

Las nuevas generaciones deben unirse a las personas de experiencia que tengan comprensión de la Biblia, que por mucho tiempo hayan practicado la Palabra y confían en Cristo. “Nunca coloquéis a la juventud bajo el cuidado de personas que son espiritualmente indolentes, que no poseen aspiraciones nobles, elevadas y santas; porque los mismos sentimientos de indiferencia y farisaísmo, de la forma sin el poder, se verán tanto en los maestros como en los alumnos” (Consejos sobre la obra de la Escuela Sabática, p. 129).

Vea que los de más experiencia tienen una gran responsabilidad para atender a ese pedido de los jóvenes.

  1. PERDÓN Y ACEPTACIÓN

Las nuevas generaciones aceptan sus errores, quieren ser perdonados por los mayores, desean ser tratados con respeto, esperan que se respeten sus límites emocionales y espirituales, y necesitan paciencia en su proceso de maduración.

Vea lo que dice el Espíritu de Profecía con relación a ese punto: “Quienes deseen tener éxito en la educación de los jóvenes deben aceptarlos como son, no tratarlos según lo que debieran ser o lo que serán cuando su formación haya terminado” (Testimonios para la Iglesia, t. 4, p. 412).

  1. CREAR ESPACIO PARA COMPARTIR EXPERIENCIAS

Vea el equilibrio del Espíritu de Profecía cuando trata las relaciones entre las generaciones de experiencia con las nuevas generaciones: “Hay bendición en la asociación de ancianos y jóvenes. Estos últimos pueden llevar rayos de sol al corazón y la vida de los ancianos. Quienes van desprendiéndose de la vida necesitan del beneficio resultante del trato con la juventud llena de esperanza y ánimo. Los jóvenes también pueden obtener ayuda de la sabiduría y la experiencia de los ancianos. Más que nada necesitan aprender a servir con abnegación” (El ministerio de curación, p. 156).

Me gustaría recordar que una de las característias de las nuevas generaciones es el protagonismo en la misión, y como líderes de jóvenes podemos ayudar en este proceso.

Finalizo con una interesante cita de Maier: “Tal vez los jóvenes no se sienten tan atraidos por la iglesia que intenta entretenerlos, como se sienten atraidos por la iglesia que los desafía a trabajar por otros. Si su iglesia provee maneras concretas para que los jóvenes ministren las necesidades de otros, y efectivamente provoquen un cambio social en el mundo, ellos considerarán su iglesia muy atractiva. Los jóvenes están a la búsqueda de una iglesia que apele a su latente idealismo, y los llame para ser agentes de una revolución de Dios, y a ser parte de su movimiento para traer sanidad y justicia a un mundo arruinado”. (Maier, Rudi, Church and Society: Missiological Challenges for the Seventh-day Adventist Church, p. 2, 2015, Books 12) TL.

Ronaldo Arco

Líder de Jóvenes de la Unión Central Brasileña

Read More
Gestión Profesional en un Ministerio de Laicos

¡Hola líder! ¿Cómo estás? ¿Sobreviviendo? Espero que estés animado.

Ya fui director joven… Y ya fui anciano joven. Vamos a reconocer que el Ministerio Joven, sin duda, ¡es el ministerio con más desafíos! Usted debe haber leído eso muchas veces, aquí mismo en esta revista y tal vez hasta en esta edición.

Algunos problemas se resuelven con un liderazgo de servicio relevante y especialmente ejemplar. Otros problemas se resuelven con una planificación audaz que lleve a tu juventud por etapas a un año inspirador y misionero. Y otros problemas se resuelven con mentalidad administrativa, de gestión de personas, talentos y procesos. Todos los problemas, obviamente, dependen directamente de la intervención divina porque, a diferencia de una empresa, esos elementos solos no te llevarán al éxito.

Reconociendo mis limitaciones, quiero señalar el último tópico: gestión. Querido líder joven, ha llegado el momento de profesionalizar nuestro trabajo voluntario para Dios, porque es lo mínimo que él merece, ¿o no? Por eso existe la necesidad de una herramienta completa de gestión para el Ministerio Joven de la División Sudamericana (DSA) y todas sus uniones interrelacionadas a ella. Por eso, también tenemos el S-JA, nuestro Sistema de Gestión del Ministerio Joven.

El beneficio principal de todo eso, sin duda, es la integración y organización de los datos. No existe retrabajo, ni trabajo perdido ni trabajo inútil. Toda información digitada está disponible en tiempo real, ya sea para otros módulos, para informes gerenciales, para integración con otros sistemas, o para niveles superiores de gestión.

El S-JA es el sistema oficial de la DSA y está destinado solo al Ministerio Joven. Es un sistema web unificado, multi idioma (con portugués, inglés y español ya en funcionamiento) y con acceso restricto. Y dentro de esa dinámica, cabe aquí avanzar sobre un módulo específico del S-JA: el Seguro Anual.

Líder, el Seguro Anual es algo obligatorio para todo y cualquier miembro activo de un Ministerio Joven de la iglesia local (o Sociedad de Jóvenes). El procedimiento es muy sencillo y en el propio S-JA está el paso a paso de cómo hacerlo.

Pero ¿por qué contratar el Seguro Anual es importante para tu gestión? Porque le da seguridad y respaldo. Porque el Seguro Anual garantiza cobertura contra accidentes personales que ocurran con miembros activos de su Ministerio Joven local, durante todas las actividades desarrolladas.

En la práctica, al contratar un seguro con cobertura contra accidentes personales para tus jóvenes, te aseguras la planificación, las actividades y hasta la tranquilidad. Algo que noto es que muchos líderes se dedican mucho a la planificación, trabajan en su ejecución, se empeñan en la formación y organización del grupo, PERO, se olvidan de la seguridad.

Reflexione conmigo en ese escenario de caos para entender la importancia del seguro: imagina que estás coordinando un campamento y algunos jóvenes sufren un accidente en un paseo en el bosque. Debes ahora tomar medidas, atenderlos de la mejor forma posible, llevarlos a un hospital. Algunos tal vez necesiten hacer exámenes más elaborados. Y no voy a hablar de casos más graves. Ahora piensa en ti si tienes que asumir esos costos o presentarlos en tu iglesia local. Es un asunto serio, ¿no?

Entonces, planear pensando en seguridad es parte de una gestión profesional exitosa, aunque sea un ministerio conducido por laicos. Por eso, contratar el Seguro Anual para todos tus jóvenes es esencial en su liderazgo. Protégete a ti mismo, a tus amigos y a tu iglesia.

Líder, que Dios te bendiga y t dé mucha sabiduría. Disfruta de todas las funciones del S-JA y organiza tu ministerio para alcanzar éxito.

Rodrigo Dias Dorval

Webmaster del Sistema de Gestión del Ministerio Joven

División Sudamericana de la IASD

Read More
¿Cómo se Forma tu Concepto de Dios?

“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas” (Deut. 6:6-9).

 Una de las preguntas más recurrentes que me hacen los jóvenes es: ¿Seré salvo? Un día Martín, se quedó después de un culto joven, para hablar conmigo. Lo noté triste. Él preguntó: “Pastor, ¿Cómo puedo estar seguro de mi salvación?”. A lo que respondí (quizá como harían otros): “Si crees en Jesús, y lo has aceptado en tu corazón como Salvador, ya eres salvo por su gracia”. En seguida le pregunté: “¿Has sido bautizado?” Respondió que sí. Fue entonces que formuló la pregunta que realmente quería hacer: “¿Cómo puedo ser salvo con un Dios que es tan exigente?” A lo largo de la conversación, me di cuenta de que él había sido criado en una familia muy rigurosa, sobre todo en las cosas espirituales, y eso llevó a que Martín percibiera a Dios como un ser duro, severo.

Me interesé mucho en este asunto. Leyendo un poco más sobre el tema, descubrí que nuestra percepción de Dios depende mucho de nuestra familia, especialmente de la influencia que nuestros padres ejercen sobre nosotros en este aspecto. Probablemente en el futuro tengas hijos, y cuando eso suceda, en sus primeros años ellos verán a Dios a través de ti, así como tú lo viste en tus propios padres.

La Biblia, hablando acerca de la crianza de Jesús, menciona lo siguiente: “Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres” (Luc. 2:52). En este contexto, Elena de White, en el libro Deseado de todas las gentes, capítulo 7 y 8, nos muestra cómo María amablemente le enseñó a Jesús las Escrituras. Ella le explicó la bondad de Dios, lo majestuoso que él es y lo perfecta que es su Ley. Al leer profundamente, nos damos cuenta, además, que María procuró que Jesús se desarrollara de manera saludable; de esta forma, sin duda Jesús veía el carácter de Dios en su madre. María es un hermoso ejemplo que nos invita a hacer lo mismo: llevar a las nuevas generaciones por “sendas de justicia” (Sal. 23:3), y hacerlo como aconseja el apóstol Pablo: “[…] aprovechando al máximo cada momento oportuno. Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno” (Col. 4:5 y 6 NVI).

Dona J Habenicht, en su libro Enséñales a amar, en el capítulo “Dios y el niño”, menciona lo siguiente: “La mayoría de los niños desarrolla sus ideas acerca de Dios desde la temprana infancia, mayormente a partir de la relación con sus padres… Los hijos de los padres autoritativos y dominantes tienden ver a Dios como un juez castigador. Los padres permisivos tienden a tener hijos que ven a Dios como un dador de regalos, que hace llover bendiciones y que él no espera nada de ellos. Los hijos de un hogar negligente ven a Dios sentado en un trono muy por encima del clamor de las necesidades diarias. Sin embargo, los padres con autoridad persuasiva tienden a representar a Dios como un amigo celestial, acogedor, pero también protector y ayudador cuando se está en problemas”.

De esta manera, cuando llegas a la adolescencia y la adultez, tu concepto de Dios es fruto de una mezcla de experiencias que tuviste con tus padres, lo que has aprendido en tu estudio de la Biblia y tu experiencia como miembro de iglesia. Tristemente, muchos al no tener una crianza ideal, sumado a malas experiencias de vida y de iglesia, pueden darte un concepto erróneo de quién es Dios, y si no nos damos cuenta de ello, puedes repetir el patrón con las nuevas generaciones. Esto, lamentablemente puede verse más acentuado aun cuando hay problemas en el hogar; divorcios o diversas formas de abuso.

Sobre este tema, hay que reconocer que como joven también recibes influencias externas que repercuten en tu comportamiento y actitudes. Un estudio menciona que para que los jóvenes se mantengan firmes en su fe, es importante que cuenten con un lugar seguro para expresar sus dudas y preocupaciones respecto a las Escrituras y su propia fe. Es muy importante que cuentes con adultos sabios que te proporcionen dirección y orientación respecto a los cuestionamientos que pudieras tener en cuanto a tu fe. Indudablemente esto lo debieras encontrar en dos lugares: tus padres y tu iglesia. Cuando estos fallan, terminas buscando entre tus pares las respuestas a tus cuestionamientos, formando de ese modo, un concepto que puede llegar a estar basado más en ideas personales que bíblicas respecto a quién es Dios para ti.

Para empezar a tener un verdadero concepto de Dios, se requiere sabiduría, pero no la que pueden dar los seres humanos. Es necesario que leas una y otra vez la Biblia para tener un concepto más amplio de quién es Dios y como actúa; así, el Espíritu Santo actuará dándote mayor comprensión. La misma Biblia nos revela cómo Dios utiliza ejemplos claros para que nosotros, como seres humanos, entendamos íntimamente cómo es Él. Uno de los textos que me impresiona por su profundidad y que te puede enseñar a conocer el verdadero carácter de Dios, es aquel que se encuentra en Salmo 27:10: “Aunque padre y madre me hayan abandonado, con todo Jehová me recogerá” (NVI). También puedes revisar algunos otros como Efesios 1:17; Colosenses 2:2; 1 Juan 3:1 y el Salmo 103:13.

También, Elena de White cuando era una joven señorita, se sentía aterrada con la idea de no estar preparada para la venida del Señor; sumando a eso, su compresión del carácter de Dios no era la mejor. Cuatro años antes de escuchar las predicaciones de William Miller, Ellen escribió: “Yo había recogido un trozo de papel en el que se mencionaba a un hombre de Inglaterra que estaba predicando en su país que la tierra sería consumida aproximadamente treinta años a partir de entonces. Yo llevé esa hoja de papel y se la leí a mi familia […] Me impresioné tan profundamente por el párrafo del trozo de papel, que apenas pude dormir durante varias noches, y oraba continuamente para estar lista cuando viniera Jesús” (Notas biográficas, p. 24). Con esos pensamientos en mente, sus padres se dirigieron a escuchar unas conferencias en Buxton, Maine. Fue allí donde ella encontró el consuelo que necesitaba y empezó a comprender mucho mejor el carácter de Dios. Luego de eso, ella escribió: “Me alentó mucho un sermón sobre el texto: ‘Entraré a ver al rey, […] y si perezco, que perezca` (Ester 4:16). Lo único que se exigía del pecador, tembloroso en presencia de su Señor, era que extendiese la mano de la fe y tocara el cetro de su gracia para asegurarse el perdón y la paz […] Arrodillada todavía en oración, mi carga me abandonó repentinamente y se me alivió el corazón. Al principio me sobrecogió un sentimiento de alarma, y quise reasumir mi carga de angustia. No me parecía tener derecho a sentirme alegre y feliz. Pero Jesús parecía estar muy cerca de mí, y me sentí capaz de allegarme a él con todas mis pesadumbres, infortunios y tribulaciones, en la misma forma como los necesitados, cuando él estaba en la tierra, se allegaban a él en busca de consuelo. Tenía yo la seguridad de que Jesús comprendía mis tribulaciones y se compadecía de mí” (Notas Biográficas de Elena de White, p. 25).

Es claro que, a pesar de que la Biblia está a disposición para ser estudiada libremente, el concepto de Dios puede variar. Esto se debe al descuido de estudiar superficialmente la Biblia. Nuestras convicciones acerca de Dios, es muy probable que las transmitamos a las nuevas generaciones, por lo tanto, necesitamos sabiduría del cielo para encontrar al Dios de la Biblia, un Dios de amor y perdonador, pero también justo.

Si la forma en que te presentaron a Dios no fue la mejor, debes hacer todos los esfuerzos para que no se repita ese patrón en los que vendrán después de ti. Recuerda que será tu responsabilidad hablarles de la salvación que se encuentra en Cristo. Por otro lado, si la forma en que te presentaron a Dios, y la manera en que lo aprendiste a conocer fue apropiada, debes hacer también todos los esfuerzos para transmitir a las siguientes generaciones quién es Dios.

En conclusión, podemos decir lo siguiente:

  1. Las exigencias que Dios nos pone son muy sencillas: basta con abrir el corazón.
  2. Debido a nuestra crianza, podríamos tener un concepto erróneo de Dios que nos aleje de lo que realmente es él.
  3. La única forma de conocer el carácter de Dios es mediante el estudio de su Palabra y la dirección del Espíritu Santo.
  4. Muchos han pasado por la experiencia de no conocer del todo a Dios, hasta Elena de White, pero Dios puede iluminarnos para conocer su carácter, personalidad y lo valiosos que somos para él.

Diego Zamora Muñoz

Ministerio Joven – Misión Sur Metropolitana/UCh

Read More