Vivimos un momento de muchos desafíos para el Ministerio Joven de la iglesia local. Uno de ellos es participar en un mismo culto con varias generaciones. Otro desafío es lograr que el Culto Joven siga siendo relevante, atractivo y altamente espiritual.
Para fortalecer el Culto Joven es necesario valorar algo realmente importante para la juventud: las relaciones. Desarrolle un ministerio que fortalezca el aspecto interpersonal y no sobrevalore los programas y los eventos. Ellos tienen su importancia, pero las personas no pueden ser dejadas en segundo plano.
La juventud está en busca de referentes, de líderes que sean imitadores de Cristo, que crean en la verdad absoluta y la vivan coherentemente. Como director de jóvenes, usted no puede olvidar que es observado en todo aquello que dice y hace. Entonces, pídale fuerzas y sabiduría a Dios para ser un buen ejemplo. Pero también vale recordar que somos humanos. Por eso, no tenga miedo de mostrar sus miedos, alguna falla y sus luchas. Los jóvenes logran detectar fácilmente la sinceridad o la falta de ella. No es necesario exponer su vida personal o aquel pecado con el que usted está luchando, pero sea honesto al hablar sobre el poder de Jesucristo para la edificación y, si es necesario, la reconstrucción de la vida.
Es importante aceptar a los jóvenes como son, recordando siempre que Dios es nuestro Creador y nos acepta como somos y estamos, y que no nos abandona después de que nos encontramos con él. Los jóvenes quieren ser desafiados. Al liderar, no tenga miedo de hacer un seguimiento y de preguntarles cómo están en su vida espiritual. Incentive a cada uno a ser espiritualmente más maduro y a mantener una vida de comunión plena y diaria.
Después de establecer y fortalecer las relaciones, llegó la hora de preparar los programas que motivarán a los miembros de la Sociedad JA. Algunas preguntas para reflexionar:
- ¿Cuál es su intención al realizar este culto joven?
- ¿A quién quiere alcanzar?
- ¿Qué comportamiento necesita ser estimulado o modificado en sus jóvenes?
Al responder esas y otras preguntas con su equipo, no deje de registrar las respuestas.
Cuando analizamos la programación del culto joven, vemos que es necesaria una buena fuente de ideas y Google puede brindar algunas. Pero no se olvide de que no tiene todas las respuestas. Los jóvenes de su comunidad deben ser la principal fuente de creatividad. Converse con sus jóvenes sobre los temas, proyectos y actividades recreativas. Ser líder de jóvenes es darles lo que ellos necesitan y no lo que quieren. ¡No se olvide!
Líder, piense en actividades alternativas para los miembros de la Sociedad JA. Realice los cultos semanalmente, pero no olvide que un intercambio con otras iglesias hace mucho bien. Un culto en un parque o una visita a una institución que atienda a desvalidos fortalece vínculos y también impulsa los valores cristianos.
Los programas que usted planificó ganarán fuerza, adhesión y relevancia en la medida que su equipo esté integrado y bien liderado. Al compartir responsabilidades usted está integrando a las personas en el Ministerio Joven local, pero cuidado: ¡delegar no es abandonar! Cuando delegamos tareas es necesario mantener la comunicación, acompañar el desarrollo de las actividades y ajustar el foco cuando sea necesario. Si comparte el trabajo con el equipo, su ministerio será más eficiente y todos podrán desarrollar y usar mejor sus dones.
Planifique faltas estratégicas, o sea, programe su ausencia para verificar si el Ministerio Joven de su iglesia tiene autonomía o depende demasiado de usted. La percepción obtenida generará una buena reflexión de su liderazgo. Si, de alguna forma, usted estuviera apareciendo exageradamente, llegó el momento de cambiar la ruta de su influencia.
Líder, capacite sucesores. Al realizar este proyecto, usted estará dejando un verdadero legado. Su ministerio encontrará continuidad al preparar a alguien no solamente para substituirlo, sino para ser un multiplicador.
Al establecer el equipo del Ministerio Joven, dirija un miembro del equipo para verificar la presencia de los jóvenes en los proyectos y los programas. Piense en esto:
- ¿Usted se entera cuando un joven falta en una programación?
- ¿Qué hace cuando un joven no asiste a una actividad?
Cuando se dé cuenta de que hay un joven que no está asistiendo al culto joven (u otras actividades), tome medidas. Envíele un WhatsApp en el momento en el que se da cuenta de ausencia. En la segunda semana, llame y verifique si todo está bien. A la tercera semana, es hora de hacer una visita al joven con su grupo. “Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños” (Proverbios 27:23).
Vamos a ponerlo en práctica:
- De 1 a 10 (donde 1 es extremamente débil y 10 extremamente fuerte), ¿qué nota le daría a su ministerio en lo que se refiere a relaciones?
- ¿Cómo desafía a sus jóvenes espiritualmente?
- ¿Tiene usted algún programa/actividad que dependa de otras personas? ¿Qué programa es? ¿Y quiénes son las personas?
- ¿Cómo sabe si un joven está asistiendo a la iglesia o si no lo ha hecho por algunas semanas? ¿Tiene un plan de acompañamiento consistente para contactar a jóvenes ausentes?
- ¿Puede recordar a cinco jóvenes de su iglesia que estén desinteresados y necesiten orientación y cuidado?
“Sólo el poder de Cristo puede obrar, en el corazón y la mente, la transformación que deben experimentar todos los que quieran participar con él de la nueva vida, en el reino de los cielos. ‘El que no naciere otra vez —dice el Salvador—, no puede ver el reino de Dios’. Juan 3:3. La religión proveniente de Dios es la única que nos puede conducir a él. Para servirle convenientemente, es necesario haber nacido del Espíritu divino. Entonces seremos inducidos a velar. Nuestros corazones serán purificados, nuestras mentes renovadas, y recibiremos nuevas aptitudes para conocer y amar a Dios. Obedeceremos espontáneamente a todos sus requerimientos. En eso consiste el culto verdadero” (Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 125).
Pr. Alceu de Assis Filho
Ministerio Jovem – UEsB