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Ataques de Risa y Decisiones de Vida Eterna

Sí, lo debo confesar, de tan nervioso que estaba tuve un ataque de risa en el momento en que el pastor nos pidió a los más de veinte adolescentes que nos pusiéramos de pie para tomarnos los votos bautismales. ¿Dije adolescente? Perdón, me equivoqué. Yo era un niño en esa primavera a mediados de la década del noventa y tenía apenas ocho años recién cumplidos.

Como hijo de anciano de una iglesia grande, desde muy pequeño fui a todas las semanas de oración y pasaba a cada llamado posible. Tanta fue mi insistencia con el bautismo que mis padres le pidieron al pastor que me diera los estudios bíblicos. Él aceptó gentilmente y me enseñó no solo doctrinas, sino que también me mostró a Jesús en cada creencia. Fue entonces que realmente decidí bautizarme. Conocer a Jesús a esa edad (obviamente de manera parcial e incompleta) me ayudó a luego seguir participando de cada actividad y ministerio que la iglesia patrocinaba. Demás está decir que luego vino la adolescencia y la juventud… Muchas veces, recordar la imagen de ingresar al bautisterio con el agua al pecho de lo pequeño que era me ayudó a evitar que fuera por un camino con final incierto.

El bautismo de primavera no es simplemente una actividad rutinaria de calendario, es muchísimo más que eso. Es la prueba de que la iglesia está viva viviendo en discipulado; que comunión, relacionamiento y misión son palabras no solo usadas sino también vividas por el pueblo de Dios en todo el mundo. Las palabras del Ángel retumban hasta hoy: “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:8 NVI). Se trata justamente de representar a Cristo en la tarea de hacer llegar las buenas nuevas de salvación a cada persona de este planeta.

Es obvio que el hecho de que sea en primavera no es más que para hacer una alegoría al nuevo nacimiento, pero también es para comenzar a cerrar un año cargado de actividades eclesiásticas que, en teoría, llevan al resultado de que personas se entreguen a los pies del Maestro.

El libro de Hechos rebosa de anécdotas sobre personas que se bautizaron. A algunas las menciona con nombre o cargo, como el etíope, Saulo y Cornelio (capítulos ocho, nueve y diez de Hechos respectivamente), hasta de miles de anónimos que se entregaron a Cristo.

¿Qué se podría sacar de conclusión al respecto? Podemos citar el esfuerzo humano en el cumplimiento de la misión unidos al poder del Espíritu Santo. Y el bautismo no es más que una demostración pública de una decisión tomada en privado, lo que nos permite transformarnos no en miembros de iglesia, sino en testigos del amor de un Dios que hace todo lo posible para que vayamos al cielo a vivir una eternidad.

La decisión de cada ser humano se divide en aproximadamente cuatro áreas, a saber: información, convicción, deseo, acción.[1] Y esto, con vistas al bautismo de primavera y al trabajo de los jóvenes, tiene que ser trabajado de manera tangible con las clases bíblicas y de manera intangible a través de nuestra actitud redentora hacia ellos. Saltearnos estos pasos implica que los adolescentes queden sin respuestas que pueden repercutir de manera negativa tiempo más tarde, es por eso que la clase bíblica y el estudio en sí, son espacios de confianza propuestos donde se responden las preguntas que van surgiendo, desde aquellas sin sentido hasta las realmente trascendentes. Y, de esta manera, no solamente cumplimos con requisitos y fechas, sino a su vez con la función discipuladora sobre estas mentes.

Como pensamiento final, se puede observar la necesidad de ser intencionales en mostrar a Cristo a tiempo y fuera de tiempo, más que mostrar un día, o el servicio del Santuario por sí solo. Aquí cabría la pregunta “¿Qué debemos hacer para mostrar a Cristo en cada porción de nuestras creencias para que estas tengan sentido completo?”.

Mostrar a Cristo debe ser la prioridad de los que una vez dejaron su vida pasada y comenzaron a caminar al lado de él.

Regresando a aquel idílico momento de septiembre, el bautismo de primavera fue meses después, con el ataque de risa antes de los votos incluidos. ¡Nunca me imaginé que terminaría estudiando teología y con un llamado como pastor! De cualquier manera, mi decisión, con tan solo ochos años, ya estaba tomada. Quería seguir a Jesús para siempre.

 Pr. Mariano Sanz

Distrito Ñeembucu – Unión Paraguaya

[1] Presser Nicolas, Apuntes de clases: Evangelización personal (Libertador San Martin: UAP)

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ADN.COM: Mi Manera de Vivir

El deseo de ver a la “masa joven” adventista en las calles es lo que nos llevó al proyecto ADNAcción en el Día del Norte. La iniciativa conduce a todo joven adventista de la Unión Norte Brasileña a involucrarse en una acción social y misionera en beneficio de la comunidad local, el primer sábado de cada mes. Los jóvenes adventistas de Pará, Maranhão y de Amapá se involucran en esta acción. El proyecto parte del principio de que no debemos esperar a que las personas vengan a nosotros. El “Id” de Jesús nos impulsa a alcanzarlas donde están: plazas, hospitales, shoppings, transportes públicos, etc. las acciones del ADN se potencializan con la creatividad del joven que perfecciona el proyecto.

Las acciones distribuidas a lo largo de los meses llevan en consideración el calendario cívico. Por ejemplo, el 8 de marzo, cuando se celebra el Día Internacional de la Mujer aprovechamos el momento para realizar acciones misioneras especialmente centradas en las mujeres. Pautamos las actividades y encendemos la chispa, pero es el joven, con todo su entusiasmo quien transforma el trabajo en un incendio. En la acción de marzo de 2016 vimos jóvenes en los semáforos, con carteles para felicitar a las mujeres, otros entregaban flores, daban abrazos, cantaban serenatas, ofrecían el desayuno comunitario. Es una cadena del bien que presenta el evangelio de una manera en la que solo un joven lo puede hacer. ¿El resultado? Una juventud activa que no ve el trabajo misionero como una carga sino como algo bueno, agradable, algo que les da placer. Una juventud osada que sale de la iglesia para alcanzar a las personas y cumplir la misión.

Evidentemente, no solo basta con el contacto misionero. Es necesario, de alguna manera, involucrar a los jóvenes que están trabajando en el ADN en algo consistente, que involucre también a aquellos con quienes ellos entran en contacto, para traerlos a nuestra comunidad. Y allí entra en escena la versión ADN.COM, la C de comunidad, la O de oración y la M de misión. El objetivo es que nuestra juventud esté involucrada en los grupos pequeños de jóvenes ADN.COM. allí tendrán momentos de alabanza muy agradable, estudios bíblicos dirigidos y momentos de oración y testimonios. Todo el material para los encuentros de los grupos pequeños ADN.COM está disponible en la aplicación que recibe el mismo nombre. Y además hay un desafío muy bueno: una vez por mes el grupo pequeño realizará una reunión con otro grupo pequeño de otra ciudad vía Skype, FaceTime, etc. En la misma aplicación será posible fijar esta reunión, pues allí tendremos el espacio para que los participantes interactúen.

La filosofía de la Ccomunidad se extenderá para el fortalecimiento del Espacio ADN.COM, que no es nada más que la clase de jóvenes de la Escuela Sabática totalmente estilizada y adaptada de modo diferente por los mismos jóvenes, con un ambiente y una programación diferente para ellos.

En la Ooración, estaremos cuidando y ocupándonos de la vida de comunión de nuestros jóvenes. Queremos que el momento de lectura de la Biblia, a través del #RPSP (Reavivados por su Palabra), sea más agradable. Se publica todos los días un video para que lo vean nuestros jóvenes. A su vez, la lección de Escuela Sabática contará con un video semanal que tratará de una manera dinámica el estudio de la misma. Todo eso dentro de la aplicación ADN.COM.

Por último, llegamos a la M misión, cuyo énfasis es conservar las acciones mensuales del ADN, bajo el principio de alcanzar a las personas donde estén. Esas acciones estarán explícitas en la aplicación, donde la juventud también podrá publicar fotos, interactuar y conectarse con otros jóvenes y con Dios a través de la comunión.

Esto es ADN.COM, ¡mi manera de vivir!

Por: Eduardo Batista da Silva

Líder del Ministerio Joven – UNB

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Visión General del Ministerio Joven 2021

¡Hola, jóvenes y líderes JA!

Qué bueno que llegó el 2021. ¡Llegó la hora!

A continuación, compartiré con ustedes la visión general del Ministerio Joven, como hacemos todos los años, pero esta vez de forma más resumida, para que tengamos en mente el rumbo de las actividades JA del 2021. Proverbios dice que sin visión el pueblo perece, por eso debemos enfocarnos en lo que es esencial para el trabajo de este año.

Cuando se habla de visión, debemos reconocer que la nuestra es muy clara para el Ministerio Joven, lo que queremos hacer y cómo lo haremos. Por esta razón, es necesario que cada iglesia, cada congregación, tenga un Ministerio Joven bien organizado y también registrado en el Sistema de Gestión del Ministerio Joven: sistemaja.org (S-JA).

Las actividades del Ministerio Joven siempre deben estar vinculadas al S-JA para que las acciones llevadas a cabo por la juventud de la iglesia local queden registradas. Nuestro objetivo es que cada joven sea un discípulo de Jesús y que, con planificación y organización, puedan cumplir mejor la misión. Todo lo que es hecho por los líderes JA tiene que estar relacionado con el discipulado de la juventud adventista, sin desviarse del foco: comunión, relacionamiento y misión.

Con respecto a la comunión, enfatizo que la Biblia fue, es y siempre será nuestra base. Estudiarla por medio de la Lección de Escuela Sabática Joven reforzará la fe de los jóvenes y el conocimiento que cada uno tiene del Señor. Trabajamos mucho para que la Lección fuese revitalizada, pero sin olvidarnos de los recursos como el año bíblico, vigilias, semanas de oración, culto joven y otras actividades que fortalecen la comunión. Líder, motive a sus jóvenes para que, juntos, creen el Espacio Joven, así ustedes no tendrán solo una sala, sino un ambiente especial de estudio de la Palabra de Dios y de la Lección.

La Lección de Escuela Sabática también trae, semanalmente, el estudio para el grupo pequeño, enfatizando la importancia del relacionamiento entre los jóvenes. Si queremos más jóvenes como discípulos, entonces reforcemos que nuestra base es la comunión sobre todas las cosas, el relacionamiento saludable en nuestra comunidad para que cada uno pueda cumplir la misión. Que cada iglesia tenga un grupo pequeño fuerte, aún más ahora, con la Lección Joven unificada para todo el territorio de la División Sudamericana. ¡Llegó la hora de que nos unamos en un solo pueblo, una sola voz!

Con respecto a la misión, nuestra visión está relacionada con Hechos 1:8, cuando Jesús les dijo a sus discípulos que ellos recibirían poder y serían testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta los confines de la Tierra.

Jerusalén representa el ministerio personal de cada joven que evangeliza parientes, amigos, vecinos, compañeros universitarios, etc. Cada uno salva a uno (1+1) de forma creativa. ¡JA activo en la predicación del mensaje!

Judea corresponde a la Misión Caleb… ¡vacaciones para salvar! En 2021 tendremos el mayor movimiento de evangelismo del mundo y contamos con usted y con cada uno de los jóvenes de su iglesia, de su Escuela Sabática, de su GP, para componer el ejército de más de 200.000 Calebs que serán misioneros en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. Traten de hacer un intercambio de salvación, servicio y aventura.

Samaria equivale al proyecto Un Año en Misión. Infórmese con el Ministerio Joven de su Campo e incentive a los jóvenes mayores de 18 años, estudiantes o profesionales, a dedicar un periodo especial de sus vidas en pro de sus semejantes y toda su vida en misión.

Hasta los confines de la Tierra puede equipararse al Servicio Voluntario Adventista (SVA), pues queremos enviar misioneros al mundo entero.

Líderes JA, les escribo porque ustedes son fuertes (1 Juan 2:14). Voy a orar durante todo el año para que su liderazgo sea una bendición, para que el mensaje del Señor alcance a más jóvenes y para que cada uno se mantenga como un fiel discípulo de Cristo Jesús. Contamos con usted.

¡¡¡Llegó la hora!!!

Pr. Carlos Campitelli

Ministerio Joven – DSA

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Un Año en Misión: Eso Cambia Una Vida

Un Año en Misión o One Year in Mission (OYiM), como es el nombre original en inglés. Se trata de un proyecto en el que jóvenes, en su mayoría entre 18 y 35 años, viven una experiencia misionera como voluntarios en servicio a Dios y a la Iglesia, especialmente en lugares donde no hay presencia adventista. Puede ser en barrios de ciudades grandes, en ciudades pequeñas del interior, en comunidades indígenas, poblaciones ribereñas o también en otras naciones y continentes, como es el caso de un equipo de la Unión Centro Oeste Brasileira, que durante 2017 está sirviendo en Santo Tomé y Príncipe. No importa el lugar, sino el deseo de vivir una experiencia profunda con el Señor mientras se sirve al prójimo con amor.

¿Por qué este proyecto? No es necesario ser muy inteligente para notar que las señales, guerras, terremotos, inestabilidad económica, política y social, baja moralidad, aumento de la violencia, hambre, enfermedades, y también el avance de la predicación del evangelio, demuestran que algo grandioso está por suceder. Las personas están en expectativa, y los jóvenes verdaderamente cristianos, alrededor del todo el mundo, se dan cuenta de esto y se están integrando a la misión de conquistar nuevos discípulos de Cristo.

¿Quién puede participar? El proyecto Un Año en Misión está destinado a jóvenes mayores de 18 años. Es verdad que para la predicación del Evangelio toda y cualquier persona es importante y útil; sin embargo, alguien que esté cursando una carrera o que ya se haya graduado, alguien que tenga una especialización o cierta experiencia en el mercado de trabajo, será más indicada para el tipo de trabajo que se realiza en este contexto.

¿Cómo funciona el proyecto? ¿Dónde se quedan los jóvenes? ¿Existe algún tipo de preparación? ¿Cómo conviven en ese período de voluntariado? ¿Qué tipos de proyectos se desarrollan? Estas son algunas de las preguntas que generalmente surgen cuando se piensa en algo así.

En principio, los jóvenes se inscriben y participan de un proceso de selección, que debe comenzar con la recomendación de la iglesia local o del pastor distrital. Luego los seleccionados participan de una capacitación promovida por la Misión, Asociación o Unión a la cual pertenecen.

Ya integrados al grupo de Un Año en Misión los jóvenes aprenden cosas como: desarrollar más intimidad y comunión con Dios, abordar y acercarse a las personas, cómo ofrecer y dar estudios bíblicos, cómo realizar ferias de salud, cómo enseñar a los niños, cómo responder objeciones, lo que es muy común en la actividad diaria de quien predica el Evangelio, cómo formar y ministrar en un grupo pequeño relacional, cómo organizar y conducir servicios de adoración, cómo dirigir un repaso de la lección de la Escuela Sabática, cómo evitar y superar conflictos de relaciones interpersonales, etc. Este último es especialmente relevante pues, sin duda, una de las mayores dificultades que encuentran los voluntarios está en la convivencia con su propio equipo en el mismo ambiente durante todo un año.

Los OYiM, como se los llama a estos jóvenes, no están solos. El grupo grande de voluntarios se divide en equipos menores y mixtos, entre 8 y 10 personas, de acuerdo con las condiciones del lugar y las necesidades del proyecto. Los voluntarios reciben apoyo de la Iglesia Adventista mientras están participando del proyecto, por ejemplo: hospedaje, alimentación y transporte.

Los proyectos desarrollados son los más diversos posibles. Todo depende de la necesidad de la comunidad a la cual ellos van a servir. Las sedes administrativas de la iglesia hacen un estudio previo de la región, planean las posibles estrategias de evangelización y dan toda la asesoría posible para el buen desempeño del equipo a lo largo del proceso. Las visitas de pastoreo, apoyo y motivación son parte del calendario de administradores y departamentales de los Campos, además, por supuesto, del apoyo y ayuda del pastor distrital local.

Centros de influencia, ferias de salud, cursos de intereses múltiples, clases de idiomas extranjeros, investigación bíblica, clubes de conquistadores, o aventureros, clases de música, en fin, son algunas de las estrategias utilizadas por los jóvenes en la línea del frente. Mientras tanto, se desarrollan proyectos de oración intercesora organizados y mantenidos por las respectivas iglesias, asociaciones, uniones y por la División Sudamericana.

¿Cómo regresan los jóvenes OYiM? Es maravilloso ver cada misionero totalmente transformado. Nos inspira escucharlos responder la pregunta ¿qué cambió en ese año en misión?

—“Aprendí que no era la misión la que me necesitaba, era yo quien necesitaba desesperadamente de la misión” (César, 19 años, OYiM en 2016 en Etnia Apinajés, Tocantinópolis/TO, Brasil).

—“Aprendí que no tiene sentido querer ir al Reino, si no quiero llevar a nadie para allá” (Kelly, 22 años, OYiM en 2016 en la Etnia Karajás, Isla del Bananal/ TO, Brasil).

—“Aprendí que no puedo vivir más mi vida sin servir en misión. Quiero ser una misionera disfrazada de abogada” (lla, abogada, 28 años, OYiM en 2016, en la Etnia Karajás, Isla del Bananal/TO, Brasil).

Todos los testimonios revelan un cambio significativo en la visión con relación a Dios, al prójimo, a sí mismo y a la iglesia, por eso continuamos incentivando a jóvenes como tú a participar del mayor proyecto de Dios para su vida: vivir para Cristo sirviendo a otros. Participa del proyecto Un Año en Misión y cambia tu vida.

¡Un Año en Misión! ¡Una vida en Misión!

Pr. Joni Roger de Oliveira

Líder de Jóvenes de la Unión Centro Oeste Brasileña

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Reflexiones Sobre el Trabajo Por Una Causa

Todo el mundo sabe que la juventud siempre tuvo una inclinación por las causas. Pero nunca hubo, como ahora, tantos discursos políticamente correctos, ideas transformadoras y frases de impacto, todo esto con la intención de cambiar el mundo.

En contrapartida, las realizaciones efectivas para hacer a la humanidad más feliz, son mediocres. Tal vez, uno de los motivos sea porque los problemas globales son tan grandes que desaniman a cualquier bien intencionado.

A pesar de todo, cualquiera tiene posibilidades enormes de hacer cosas grandiosas por las personas. Por esto, separamos cuatro citas de los escritos de Elena de White sobre la expectativa de Dios en relación a nuestros jóvenes, lo que Satanás piensa sobre los jóvenes consagrados, por donde la juventud puede comenzar un movimiento, y como medir el éxito de estos esfuerzos.

Responsabilidades pesadas recaen sobre los jóvenes

“Dios espera mucho de los jóvenes que viven en esta generación de luz y conocimiento acrecentados. Desea usarlos para hacer disipar el error y la superstición que ensombrecen la mente de muchos. Han de disciplinarse recogiendo todo tilde y punto de conocimiento y experiencia. Dios los tiene por responsables de las oportunidades que se les ha dado. La obra que tienen delante espera sus fervientes esfuerzos para ser llevada a cabo paso a paso, según demande el tiempo. Si los jóvenes quieren consagrar la mente y el corazón al servicio del Señor, pueden alcanzar una elevada norma de eficiencia y utilidad. Esta es la norma que el Señor espera que la juventud alcance. Hacer menos que esto es rehusar sacar todo el provecho posible de las oportunidades dadas por Dios. Esto será considerado como traición contra Dios, como omisión del trabajo por el bien de la humanidad. Queridos jóvenes, ¿qué están haciendo para hacer saber a otros cuán importante es tener la Palabra de Dios como guía, guardar los mandamientos de Jehová? ¿Están declarando por precepto y ejemplo que solo por la obediencia a la Palabra de Dios pueden salvarse los hombres? Si hacen lo que pueden, serán una bendición para los demás. Mientras hacen lo que pueden de acuerdo con lo mejor de su propia capacidad, se irán abriendo ante ustedes medios y oportunidades para hacer más (Mensaje para los jóvenes, pág. 139).

Influencia poderosa

Satanás es un enemigo vigilante, atento a su propósito de inducir a los jóvenes a una conducta enteramente contraria a la que Dios aprobaría. Él sabe perfectamente que nadie puede hacer tanto bien como los jóvenes y las señoritas consagrados a Dios. Los jóvenes, si actuaran correctamente, podrían ejercer una poderosa influencia. Los predicadores o los laicos avanzados en años no pueden tener sobre la juventud ni la mitad de la influencia que pueden tener sobre sus compañeros los jóvenes consagrados a Dios. Estos deberían sentir sobre sí la responsabilidad de hacer todo lo que puedan para salvar a sus semejantes, aun al precio del sacrificio de su placer y sus deseos naturales. El tiempo y aun los medios, si se requirieran, deberían ser consagrados a Dios.

Los que profesan piedad deberían tener conciencia del peligro de los que están sin Cristo. Pronto terminará su tiempo de gracia. Los que podrían haber ejercido su influencia para salvar almas si hubieran seguido el consejo de Dios, y que en cambio han dejado de cumplir su deber por causa del egoísmo y la indolencia, o porque se avergonzaban de la cruz de Cristo, no solo perderán su vida, sino que tendrán sobre sus vestiduras la sangre de los pobres pecadores. A los tales se exigirá cuenta del bien que podrían haber hecho si se hubieran consagrado a Dios, y que no hicieron por su infidelidad.

Los que han probado realmente las dulzuras del amor redentor no quieren ni pueden descansar hasta dar a conocer, a todos los que se relacionan con ellos, el plan de la salvación. Los jóvenes deberían preguntar: “Señor, ¿qué quieres que haga? ¿Cómo puedo honrar y glorificar tu nombre en la tierra?” Alrededor de nosotros perecen seres humanos, y sin embargo, ¿qué responsabilidad llevan los jóvenes de ganar almas para Cristo? (Mensaje para los jóvenes pág. 143).

 Dónde comenzar

Empiecen en casa, en su propia familia, en su propio vecindario, entre sus propios amigos, los que desean trabajar para Dios. Allí encontrarán un campo misionero favorable. Esta obra misionera será una prueba de su habilidad o incapacidad para servir en un campo más amplio. (Testimonios selectos, t. 3, pág. 61).

Éxito mayor

En nuestra obra, el esfuerzo individual logrará mucho más de lo que se puede estimar. Es por falta de él por lo que las almas perecen. Un ser humano es de valor infinito; el Calvario nos dice su precio. Un alma ganada para Cristo contribuirá a ganar a otros, y la cosecha de bendición y salvación irá siempre en aumento. (Mensaje para los jóvenes, pág. 145).

Que cada uno de nosotros pueda cumplir el papel que nos fue designado por el Señor. Que Dios nos bendiga y nos use como instrumentos en su causa.

“…Eben-ezer,… Hasta aquí nos ayudó Jehová.” (1 Samuel 7:12).

Pr. Lélis Silva

Director del Ministerio Joven – UNoB

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Liderando a la Generación Z

Acaban de nombrarlo para liderar a los jóvenes de su iglesia y no tiene idea de qué hacer. Entonces, imagina la cantidad eventos que deberá realizar: campamentos, congresos, tardes de alabanza, cultos jóvenes creativos, promociones, etc. Nada de esto tendrá sentido si, antes, no se hace algunas preguntas esenciales: ¿A quién le hablará? ¿Quiénes son los jóvenes de esta nueva generación? Estamos insertos en una cultura de constante cambio. Por lo tanto, es necesario aceptar que tenemos una generación diferente cada cinco años.

Por estar en una cultura mediática e imaginativa por naturaleza, necesitamos analizar las características de esta generación para liderar de forma eficaz. Recuerdo que mi padre salía temprano para cuidar de la hacienda y tenía ese ambiente para enseñarme una profesión. Salíamos juntos, montados a caballo, a fin de traer el ganado al corral, vacunar y seguir todo el manejo. Durante este proceso, yo tenía su compañía. Hoy, en la edad de los medios, los padres y los hijos están ocupados en actividades con el uso de smartphones, computadoras, TV, juegos dentro de la misma casa y casi no se hablan más.

El hecho es que el mundo cambió, la cultura cambió, y el comportamiento joven cambió. Por eso, quiero invitarlo a analizar las características de la generación Z, las personas nacidas entre 1990 y 2010.

La generación Z come un fruto amargo de la débil presencia de los padres, huérfanos de padres vivos, lo que genera distanciamiento físico y emocional. Educados por parientes o vecinos, no están aprendiendo a desempeñar, en la vida adulta, el papel de cónyuges, padres o madres; tienen dificultades de ser profesionales o incluso de ejercer una vida digna y moral. Conectados a internet con diversos tipos de dispositivos que parecen ser parte del cuerpo, viven como seres alienados, muchas veces, a todo lo que ocurre a su alrededor.

Como afirmó el sociólogo Bauman: “el espíritu posmoderno es bastante humilde para prohibir y bastante débil para desterrar los excesos de la ambición moderna”. El 74% de la generación Z acepta innegociablemente el matrimonio del mismo sexo, sin embargo, solo el 4% aceptarían casarse con una persona del mismo sexo. Aunque defiendan esa ideología no bíblica, ellos no son una generación que está rompiendo con grandes cambios. Ellos buscan una libertad individual, y ese es el gran valor que está por detrás de la generación Z.

Recibieron más espacio que cualquier otra generación de los últimos mil años. Eso significa que son autodirigidos. Esta generación es más sensible a la desigualdad, lo que provoca un compromiso social, creando así las “buenas vibras”. Son ansiosos e inmediatistas, incapaces de postergar sus deseos, lo que acaba haciendo de cada uno de ellos presas fáciles del consumismo capitalista.

Están inquietos para comenzar a trabajar. Son más maduros que la generación Y. Están, aparentemente, al control. Pretenden “cambiar el mundo”. Aprendieron que las elecciones tradicionales no garantizan el éxito; son emprendedores en su esencia. Buscan educación y conocimiento usando los medios sociales como una herramienta de constante búsqueda. Al dividir sus pensamientos en cinco pantallas delante de sus ojos, su atención comienza, entonces, a disminuir, algo normal para cualquier cerebro humano, de acuerdo con estudios neurocientíficos.

Como valoran la experiencia, quieren sentir primero y entender después. Hacer que nuestros jóvenes sientan que Dios los ama y después proclamarlo y explicarlo tiene más sentido para esta generación que lo opuesto. En varios momentos en la Biblia, vemos a Jesús liderando y haciendo milagros, siguiendo exactamente este modelo.

La historia de la mujer encontrada en flagrante adulterio (Juan 8:13) hizo que ella reflexionara en un Dios que mostró primero su amor y perdón, atrayéndola hacia la importancia del arrepentimiento sincero, seguido de confesión, y entonces, después de comenzar a seguir al Maestro, es cuando ella recibió las explicaciones detalladas sobre la vida cristiana.

En la fase de las grandes decisiones, entre los veinte y treinta años, nuestros jóvenes quieren disminuir la infancia y prolongar la juventud, retardando así la responsabilidad, el matrimonio, la permanencia en la casa de los padres, etc. O sea, el momento de decisiones esenciales para la vida está siendo cada vez más demorado; se está perdiendo el tiempo.

Si analizamos, en la historia, las grandes ideas que la marcaron vinieron de los jóvenes.

Nelson Mandela, a los veintitrés años, se mudó a Johannesburgo para iniciar la lucha contra el Apartheid. Martin Luther King Jr., a los veintiséis años, lideró boicots y comenzó la conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur para la igualdad entre razas en los Estado Unidos. Steve Jobs, a los veinte años creó a Apple en el garaje de la casa de su padre. Sergio Moro, a los veinticuatro años, se volvió juez federal de Brasil.

¿Cuál es el panorama de los jóvenes de esta generación en sus decisiones? ¿Estar sin saber qué están haciendo? Engañados con una cultura inútil, muchos aún son dependientes financieros de la familia y no saben cuándo serán felices, cuándo se sentirán realizados con sus propios esfuerzos.

Dios lo llamó para liderar esta generación; Dios confió en sus manos el perfeccionamiento de los jóvenes para su servicio (Efesios 4:12), “hasta que nuestros jóvenes lleguen a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios” (Efesios 4:13). Pero, para realizar esta misión, es necesario mirar hacia algunos principios que nortean la forma de su liderazgo joven en la cultura de la generación Z.

Autenticidad: recientemente, oímos hablar de las fake news. Se trata de noticias falsas que son publicadas en medios de comunicación y redes sociales como si fuesen informaciones reales. Hay casos de personas siendo perjudicadas y difamadas de forma injusta. La mentira tiene un poder viral en la cultura digital. La Folha de São Paulo hizo un levantamiento en los medios de comunicación y constató que las fake news tienen más seguidores que el contenido periodístico en las redes sociales.

Sin embargo, las fake news no son novedad para los cristianos y para los líderes de jóvenes, pues tenemos un enemigo que dice por ahí que Dios no es justo, y esparce esa fake news que genera dudas con relación al carácter de Dios. Por eso, usted, como líder de esta generación, debe legitimar las verdades bíblicas en el corazón de nuestros jóvenes. Ellos esperan autenticidad. La generación Z espera líderes que se involucren de verdad, que escuchen sus desafíos y dudas.

Líderes que se preocupen con sus incertidumbres sobre el futuro, que se involucren con sus sueños. Ellos quieren ser respetados como individuos; esperan sinceridad en las relaciones y atención. Es necesario recordar que esta generación no tiene prácticamente ninguna proximidad en casa, lo que genera un abismo emocional capaz de separarlos de todo y de todos.

Usted fue elegido para construir ese puente de autenticidad entre ellos y Dios. Más que alguien gracioso o popular, nuestros jóvenes valoran lo que es real, o sea, ¡nada de fake! La nueva generación está decepcionada de héroes que mueren de sobredosis, que eran idolatrados y están perdidos dentro de sí.

Surge aquí una oportunidad para usted, como líder, de mostrar que la Biblia no esconde los errores de sus héroes y que no es una fantasía, un invento de Marvel. Sea un líder capaz de ser usted mismo, pues es la mejor manera de liderar a sus jóvenes. Sea tan valiente al punto de abrir su corazón. Eso, sí es ser auténtico.

Poder de Dios: Para ser auténticos, necesitamos diariamente del poder de Dios. A veces, en la lucha para llenar el culto joven o traer más inscriptos a un congreso, vigilia, campamento, generamos promociones para atraer personas. Sin embargo, usted sabe que muchos dejan de asistir a las reuniones de jóvenes porque el propósito está equivocado. Si ellos no sienten el poder de Dios, no tiene sentido ir a un encuentro que promete ser con Dios.

Estamos siempre atrás de un programa excepcional que sea atrayente, pero mantener esa idea solo prolongará nuestra decepción al liderar. Me gusta ser líder porque fue en el liderazgo que aprendí a enfrentar las adversidades, decepciones y desafíos en la formación de equipos.

Liderar transforma a uno, sin embargo, aprendí en la práctica que nunca voy a lograr hacer lo suficiente para mantener todo el tiempo todos los proyectos para los jóvenes, pero descubrí que, el tiempo en el que esté con ellos, debo mostrar por medio de mí mismo, que el éxito está en Dios. Concéntrese en Dios, acampe en Dios, dirija el culto joven para Dios.

¿Qué tal buscar y mostrar el poder de Dios en su vida y en su liderazgo?

Cuando las vidas son valoradas y transformadas, la frecuencia de los cultos y proyectos aumenta. Cuando todo salga bien, exalte el poder de Dios, que realmente hace que todo ocurra, alábelo y dele el crédito a él. En 1 Corintios 1:31, Pablo nos aconseja: “para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor”. Nosotros no tenemos participación en la transformación de la vida terrenal a la eterna de los jóvenes. Solo les mostramos de dónde pueden recibir poder a fin de ser transformados. La nueva generación necesita de un líder que esté dominado por la fe con una pasión contagiosa. El poder de Dios se verá cuando él llene su corazón de amor por los jóvenes y le devuelva un corazón abierto a la atmósfera celestial, purificando todo dentro de sus sueños y deseos. Ninguna idea o programa podrá competir con el poder de Dios en usted.

Visión: Qué fácil sería si pudiéramos buscar en internet o en los libros, contemplar a los grandes líderes de Israel y copiar su visión para liderar a nuestros jóvenes. Por desgracia, no daría resultado. ¿Por qué? Porque la visión comienza en lo que usted ve y cree. Tiene que ver con sus deseos y dones naturales. Recuerde el momento en el que Dios lo llamó. La visión se desarrolla con base en su pasado, en sus referencias. Converse con cualquier líder de éxito, y descubrirá columnas que otros líderes construyeron en los cimientos de un liderazgo que alcanzó el éxito. Cuando la visión sea mayor que usted, desafíe a todos a su alrededor. Si lo que usted cree agrega valor real para sus jóvenes, ellos lo seguirán. La visión atiende las necesidades de sus jóvenes. Al conocer la visión de Apple, cambiar al mundo a través de la tecnología, uno concluye que esta logró alcanzar su sueño.

Una visión bien formada será como un imán que atrae, desafía, une jóvenes y recursos. Cuantos más desafíos, más los participantes se involucrarán para alcanzarlos. ¡Construya la suya! Piense en sus jóvenes ahora. Fíjese dónde están en la vida espiritual y sueñe dónde quiere que ellos estén al final del año. Al final, Dios confía en usted para conducirlos en una experiencia edificadora.

Comunicación: sin ella, usted viaja solo. El escritor John Maxwell afirma: “los educadores toman algo simple y lo complican; los comunicadores toman algo complicado y lo simplifican”. Como líder, usted debe ser capaz de exponer su conocimiento e ideas. Con una comunicación eficaz, usted llena de entusiasmo a su equipo.

Comunicar no es solo lo que usted dice; también es la forma en que lo dice. Por lo tanto, simplifique su mensaje. No necesita intentar impresionar con palabras difíciles y conceptos filosóficos, solo simplifique.

Existen algunas estructuras que usted debe aplicar en sus discursos, sermones y presentaciones para motivar a sus jóvenes. Escriba una introducción entusiasta, que todos estén atentos a lo que está diciendo y, para su conclusión, inserte un final extraordinario. Es en ese momento en el que usted despierta el deseo en sus jóvenes de involucrarse en la acción.

Siempre que prepare sus discursos, hágase la siguiente pregunta: ¿Me estoy concentrando en mí mismo, en el material o en el público joven? Piense en las necesidades, dudas, deseos, cambios y principios que sus jóvenes necesitan. ¿Qué quiere que hagan sus jóvenes? Necesita comunicar una acción; ese es el objetivo de la comunicación.

Siempre que se encuentre frente a sus jóvenes, ellos desearán saber lo que usted tiene para decir. Entonces, en su discurso, agregue el contenido para que ellos sientan (una historia real, un milagro, una ilustración personal) para recordar (principios, versículos bíblicos, una frase con un concepto) y para hacer (su visión, las metas, los proyectos, como alcanzar a las personas). Cuando usted logra comunicarse con habilidad, su liderazgo alcanzará nuevas alturas.

Equipo: quien tiene un equipo capacitado y motivado, tiene todo lo que necesita para la ejecución de su visión, pues no conseguirá realizar sus proyectos solo. Involucre a sus jóvenes en la creación, el proceso, el experimento del proyecto y de la visión.

Existen muchas formas de liderar a un equipo, pero quiero transmitir aquí algunos pasos que han dado resultado en mi liderazgo con los jóvenes.

  • Delegue actividades: deje que sus jóvenes hagan; ellos incluso podrán equivocarse, y todo bien, pues es parte del aprendizaje.
  • Esté presente: para delegar con eficacia, es necesario conocer bien todas las habilidades, dones y competencias de su equipo.
  • Feedback claro: escuche a su equipo sobre los procesos y las soluciones. Un buen líder invierte en el feedback recibido de su equipo y recuerde: la generación Z es la más creativa de la historia.
  • Equipo de mentores: el equipo joven será más eficaz cuando empiece a cuidar más de los jóvenes. Por lo tanto, invierta en el propósito de los “jóvenes por los jóvenes”.
  • Formación de líderes: proporciónele a su equipo y sus jóvenes la participación de las decisiones por medio de ideas; cree un ambiente motivador y alegre, y haga que ellos se sientan seguros para opinar, respetando también la diversidad de sugerencias que surgirán.

Estoy aquí animando y vibro con la convicción de que Dios abrirá un camino de transformación para su visión, además de contribuir con el perfeccionamiento de sus ideales. Tengo la certeza de que usted es parte de la formación de jóvenes que sacudirá al mundo y estoy inmensamente agradecido a Dios y a usted por aceptar ese llamado, esa misión.

Anderson Carneiro dos Santos

Ministerio Joven – UNoB.

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Las Nuevas Generaciones y la Administración del Tiempo

Una visión general de nuestros días

          Estamos sin tiempo. Nuestro día podría tener 48 horas. Ese ha sido el discurso de muchos de nosotros frente a diferentes situaciones de nuestra vida diaria. El crecimiento del flujo de actividades y la exigencia de una participación constante en diversos compromisos, ha afectado la utilización de nuestras 24 horas diarias, lo que nos da a la mayoría de nosotros la sensación de que los días pasan más rápido que en años anteriores. En la práctica, administrar el tiempo de forma adecuada es trazar desde el inicio del día cuáles son las prioridades, por medio de una reflexión sobre lo que realmente debe hacerse y lo que puede quedar para después.

En nuestros días, la salud y la familia suelen ser dejados a un lado y todos han intentado desacelerar o priorizar aspectos diferentes a los mencionados; pero, el desacelerar es algo difícil y es menester realizarlo con bastante disciplina. En la vida académica las generaciones nuevas enfrentan un flujo muy grande de actividades, formando así una fuerte contribución para permanecer en una vida agitada sin una dirección.

Por lo tanto, se percibe que al vivir toda esa “intensidad”, terminamos sufriendo de otro mal: la “falta de tiempo”, debido a la mala administración de las diferentes actividades. Con toda esa intensidad, necesitamos mucho más foco y control en nuestros días, pues, una mala administración de nuestro tiempo puede reflejarse en nuestra relación con Dios.

 

Entonces ¿qué hacer?

 

          Entre los villanos de la mala administración del tiempo en la vida de las generaciones nuevas podemos destacar: el alto índice de integración a diversas actividades, falta de prioridades en sus tareas espirituales, una gran acumulación de requisitos académicos o hasta de procrastinación.

El primer paso para gerenciar mejor el tiempo es clasificar las actividades en urgentes e importantes. Según defiende Covey (2014), las actividades urgentes exigen nuestra atención inmediata y rapidez; mientras las actividades importantes, a pesar de producir resultados y tener su valor, y que además merezcan nuestra atención especial, no exigen tanta urgencia. Él finaliza su pensamiento diciendo que “la esencia de las mejores ideas en el área de administración del tiempo puede resumirse en una sola frase: organice y realice conforme a la prioridad” (COVEY, 2014, p. 90).

 

¿Qué estrategias o métodos pueden ayudarme en esta tarea?

 

Las técnicas o métodos son estrategias para enfrentar los obstáculos y los desafíos. Vidal y Bertacini (2012) presentan algunas orientaciones básicas que pueden ayudarnos en este camino:

  • Cambiar hábitos antiguos (eso requiere compromiso).
  • Seleccionar qué tareas se harán y su prioridad.
  • Detectar donde se está desperdiciando el tiempo.
  • Evitar tareas incompletas.
  • Mantener los compromisos en el horario, las personas se sentirán más respetadas y se harán más leales.
  • Decidir qué metas se desea alcanzar y los pasos que lo llevarán hasta ellas y concentrar las actividades en esas metas.

Cuando se habla de técnicas o métodos para dirigir esta administración, la periodista y publicitaria Daniella Doyle (DOYLE, 2018) sugiere tres técnicas de gestión de tiempo: el método GTD que usa como base cinco pasos (capturar, aclarar, organizar, reflexionar y participar), método Pomodoro que busca optimizar el tiempo de estudio por medio de flujos de trabajo en intervalos de tiempo y el método Kanban donde las tareas se agrupan en cuadros y son trasladados a otras secciones conforme el progreso.

Basso (2016) también sugiere otras técnicas para una mejor administración del tiempo. La Matriz GUT que traza las prioridades con base en sus tres elementos fundamentales: gravedad, urgencia y tendencia (GUT); la Matriz Impacto vs. Esfuerzo, que busca las actividades prioritarias a partir de la representación de un cuadro dividido en cuatro partes. La lista de tareas, una simplificación de las estrategias anteriores, la Regla de los cinco minutos, donde todo esfuerzo se realiza para intentar solucionar la cuestión en este tiempo, y finalmente, la Gamificación que transforma cada tarea en una especie de juego en la modalidad RPG, proveyendo puntos a medida que se realiza cada tarea en la vida real.

En la era de la tecnología, las aplicaciones no podrían quedar afuera sin ser recordados. Santos (2019) menciona cinco aplicaciones (Evernote, Onenote, Cear, Rescue Time y Tinely) que pueden ayudar de manera objetiva e interactiva a las generaciones nuevas en esta tarea y hacer de la administración del tiempo una tarea más fácil.

¿Qué debe ser realmente una prioridad para mí?

Sobre nuestras prioridades me gustaría finalizar destacando cuatro lecciones importantes. La primera lección es que todo comienza con la decisión de ser una persona diferente, alguien mejor, que emplee con sabiduría su tiempo y los talentos que Dios le dio a fin de ser un testimonio para otros.

La segunda es que somos responsables de nuestro tiempo y qué hacemos con él. Necesitamos comprometernos más con nuestro bienestar y con quienes amamos, dedicando tiempo a lo que realmente es importante, la mayoría de las veces decir un simple “no” a algunas situaciones repasando compromisos y tareas puede ayudar.

La tercera lección es que necesitamos abandonar la procrastinación, pues, tiende a dificultar la administración del tiempo y no agregar ningún beneficio a nuestra rutina.

Por último, la cuarta lección muestra que debemos colocar nuestra relación con Dios en primer lugar, como una verdadera prioridad y con acciones prácticas (Biblia, oración, lección de la Escuela Sabática, ayuda a otros, etc.). Somos responsables de buscar esta relación todos los días. Necesitamos recibir la luz de las Escrituras y reflexionar en las palabras de Jesús en Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Jesús deja claro cuál debe ser nuestra mayor prioridad si queremos aceptar este reino y conocerlo mejor.

A pesar de ser una tarea compleja, no es imposible. Necesitamos dedicación, integración y compromiso con nuestras prioridades (poniendo a Cristo como la principal), siguiendo adelante siempre en busca de nuevas estrategias para trabajar mejor con el tiempo que le concedemos a cada una todos los días, pero que pueden aprovecharse con responsabilidad, sabiendo que hay tiempo para todas las cosas (Eclesiastés 3:1).

Jurandyr Jr. Almeida Vieira

Estudiante de Teología de la FADBA

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Hechos – Pentecostés Hoy

¿Sabe usted lo que es Hechos – Pentecostés hoy? ¿Escuchó hablar de eso?

¿Qué soñamos que suceda? Sigue conmigo cuál es el sueño. Soñamos con ver una generación viva levantándose en la iglesia. Una generación más comprometida con las cosas de Dios. Una generación que vive en la práctica los desafíos del evangelio. Esta es nuestra mayor necesidad. Por eso, hablaremos de Hechos – Pentecostés hoy.

Piensa conmigo: en el primer Pentecostés, Pedro fue usado por el Espíritu para hacer un sermón poderoso. El contenido del sermón de Pedro fue Jesús, y solo Jesús. Cuando el Espíritu viene con poder, no tenemos otro tema para hablar. En ese sermón, Pedro citó el texto del profeta Joel: “tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes” (2:28). Porque no existe edad sagrada. Dios usa a jóvenes y viejos. El Espíritu de Dios no tiene prejuicios de edad. El anciano puede ser lleno del Espíritu y soñar grandes sueños para Dios, como el joven puede tener grandes visiones para la obra de Dios. Donde el Espíritu de Dios opera, los viejos y jóvenes tienen el mismo ideal, la misma pasión y el mismo propósito.

Hay solo una cosa que nos impide recibir la plenitud del Espíritu Santo: ¡es cuando Jesús no está en el trono de nuestra vida! Y es e so. Hechos – Pentecostés no es un evento, es un movimiento. Un movimiento que invita a una generación viva a levantarse. Y cuando hablamos de una generación viva, estamos hablando de una juventud que es amada en e l cielo, temida en el infierno y conocida den la Tierra. ¡Puede comenzar hoy! Tiene que comenzar en mi vida y después debe comenzar en su vida. No podemos quedarnos esperando que suceda con el otro primero.

Entonces, vamos: ¡se tienen que levantar temprano, muchachos! Para leer el Libro, para tener comunión con el Eterno. Comienza contigo, después tú invitas a un grupo de amigos, que busca lo mismo, para orar juntos, para hablar de las cosas de Dios. Puede ser la base de Generación 148, puede ser un grupo pequeño, puede reunir a un grupo que esté buscando algo más. Y ese movimiento va creciendo, hasta impactar una generación. Y cuando nos reunimos en la iglesia, o en cualquier otro lugar, cuando nos encontramos con otros amigos que buscan lo mismo, el movimiento simplemente sucede. Piensa bien, esto no es un evento. ¡Esto es un movimiento!  Puede ser que no veas nada diferente, pero comienzas a buscar poder; en cada iglesia un grupo comienza a pedir la unión del Espíritu, y cuando nos reunimos, nadie quiere saber nada más que no sea Jesús. ¡Y él es suficiente!

MOVIMIENTO DE UNO

Todo movimiento con un individuo. No es necesario ser fuerte ni capaz. Solo basta con tener disposición. ¿Cuántos hombres eligió Dios para liberar a su pueblo del cautiverio egipcio? Solo uno. ¿Cuántos profetas pidió Dios para ir a Nínive y predicar? Solo uno. ¿Cuántos hombres fueron usados para enfrentar al rey David y acusarlo de adulterio? Uno. ¿Cuántos profetas llamó Dios para que se pusieran delante de Acab y predecir la llegada del Mesías? Uno. ¿Cuántos hombres usó el Señor para anunciar la llegada del Mesías? Uno.

Yo creo que Dios comenzará un movimiento para la conclusión de su obra. ¿Cuántos necesita? Solo uno. ¿Cuándo comenzará? No lo sé. ¿Será que veremos ese movimiento? Espero que sí. Dice que los movimientos jamás comienzan y terminan en la misma generación. Pero yo ya formo parte de él.

¿Por cuánto tiempo debemos buscar un Pentecostés en nuestra vida? Hasta que llegue la respuesta. Dios es el mismo ayer, hoy y mañana; él no cambió. Solo está esperando personas de corazón sincero y humilde… Dios está buscando hombres y mujeres que pasen tiempo de rodillas en un lugar secreto. Él está en busca de hombres y mujeres que permanezcan en su Palabra. ¿Será que Dios puede contar contigo?

¡Ven a soñar conmigo! ¡Forma parte de esta generación! ¡Yo quiero un Pentecostés en mi vida! ¿Y tú?

¡En la USeB el movimiento ya comenzó! En el mes de junio, tuvo lugar el Hechos 2019 –  Pentecostés, en los tres estados que forman la Unión Sudeste Brasileña. El movimiento comenzó en un Encuentro Estatal de Directores de Jóvenes. Hechos tuvo lugar de viernes a domingo, con mensajes, momentos especiales de oración y orientaciones de cómo llevar el movimiento adelante. Para que el movimiento sucediera en las iglesias, se presentaron cuatro enfoques: organizar las bases de Generación 148, tener una Escuela Sabática Joven fuerte, realizar un culto Joven vivo e involucrar a los jóvenes en la Misión.

Y el año que viene tendrá lugar Hechos Atos 2020 – Pentecostés hoy, en el gimnasio del Mineirinho, lo que involucrará a 6 mil jóvenes de toda la Unión.

José Venefrides

Ministerio Joven – USeB 

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Formación de Líderes del Ministerio Joven

La formación de líderes siempre fue una marca registrada del Ministerio Joven, sin embargo, los tiempos y el perfil de la juventud han cambiado de forma acelerada. Por esta y otras razones era de carácter imperativo tener un manual del Ministerio Joven y una guía de orientaciones, un recurso de consulta, un norte más claro a la hora de planificar y ejecutar los proyectos. Este manual contiene las líneas generales de cómo hacer y liderar el Ministerio Joven en los tiempos actuales, así como también despertar la creatividad e innovación de los líderes y sus comunidades locales.

El manual contiene el Programa de Desarrollo de Líderes (PDL), por medio del cual el líder se zambullirá, en diez capítulos, en una jornada de aprendizaje y perfeccionamiento de sus dones. Cada uno de sus capítulos pretende ser también una competencia a ser desarrollada por los líderes de jóvenes en Sudamérica.

Además del manual, otros materiales de apoyo fueron producidos, como video-clases, presentaciones y diversos otros recursos, y todo eso estará disponible en el sitio liderja.com o en la aplicación Líder JA. Además, por medio de las redes sociales se puede enterar de todas las actualizaciones de contenido para los líderes JA.

Ante los desafíos del liderazgo joven, es vital que el anciano de iglesia estudie el material con cuidado, a fin de atender y apoyar de manera más expresiva las iniciativas de esa área.

A continuación, presento la visión general que marca el contenido del manual y el programa de desarrollo de líderes.

Visión General

Siempre hubo preocupación en relación a la espiritualidad y futuro de los jóvenes. Hoy, con todo el cambio cultural traído por la revolución tecnológica en curso, los países y los líderes de iglesia están aún más aprehensivos acerca de la vida religiosa de la juventud. Mientras que muchos dicen que los jóvenes están perdidos, otros creen en el gran potencial de esta generación.

La Iglesia Adventista está atenta también a los cambios y exigencias del mundo contemporáneo. Una prueba de eso es que la transmisión de valores a las nuevas generaciones es uno de los cuatro énfasis de la iglesia en Sudamérica en este quinquenio. Como líderes de jóvenes, suelo ser cuestionado sobre cómo podemos lidiar con los principales desafíos, y qué podemos soñar para ellos y con ellos. Ellos son curiosos, conectados, proactivos, desconformes con las injusticias, adversos a la hipocresía. Todo eso hace que esta generación tenga un gran potencial para involucrarse en movimientos a favor del prójimo.

Por eso, como iglesia, debemos continuar estimulando a cada joven a abrazar el ideal del servicio, pero pautar esa movilización por la intimidad diaria con Dios por medio de la oración, del estudio de la Biblia y la lección de la Escuela Sabática. Creo que el ser siempre precede al hacer.

Esa vida devocional que mueve a los jóvenes a la acción podrá ser estimulada por medio de encuentros semanales presenciales, donde la vida en comunidad pueda ser experimentada. El advenimiento de las redes sociales y el intenso uso que los jóvenes hacen de ellas muestran la sed de esta generación por el relacionamiento. No necesitamos salir de internet, sino intensificar los encuentros personales face to face. En estos, las relaciones se profundizan y los dones se desarrollan, y con una comunión diaria fuerte y relaciones saludables, involucrarse en la misión será algo natural.

Los desafíos de ministrar a los jóvenes son grandes, y uno de los principales es cambiar de una cultura de “consumo de programas” a involucrarse en proyectos de corta y larga duración, especialmente los que tienen foco en la comunidad fuera de nuestra iglesia. Además del impacto social y de evangelización, los proyectos misioneros transforman la mentalidad de los voluntarios al ponerlos directamente en el campo misionero. Ellos descubren que trabajar por la salvación del prójimo los acerca a Jesús. Ellos vuelven con el amor al prójimo aflorado, más generosos y parecidos a Cristo.

Sin embargo, los eventos también tienen su espacio, no como un fin en sí mismos, sino como parte de un todo, como momentos de celebración e inspiración que sirvan para mostrar lo que Dios ha hecho por medio de los jóvenes, motivando a otros a participar teniendo en vista lo que él hará. En este sentido, es importante ver a la juventud como protagonista en hacer parte de la iglesia, y no como meros espectadores. Si nos enfocamos en la misión, la balanza entre eventos y proyectos duraderos estará equilibrada en la dinámica de la congregación local.

Un requisito imprescindible para los líderes del Ministerio Joven es ser y hacer discípulos, proceso cuidadoso en que un grupo de jóvenes es aconsejado y conducido por alguien con más experiencia, que lleva marcas más profundas del caminar cristiano. Para alcanzar ese objetivo, queremos tener más líderes preparados para influenciar esta generación, que usen nuevos métodos con un lenguaje más actual sin perder lo esencial, y que encaren el discipulado uno a uno en pequeñas comunidades como indispensable para un pastoreo intencional.

Los altos índices de apostasía entre los jóvenes son una realidad en el contexto adventista alrededor del mundo. Por eso, el discipulado de las nuevas generaciones no puede ser encarado como una tarea meramente institucional. Sin duda es un desafío colectivo de la iglesia, pero va más allá de eso: es responsabilidad personal. El discipulado no puede hacerse al por mayor, por un decreto o documento. Este involucra pocas personas, pues es artesanal y personal.

Entendemos que la mayor marca de un discípulo de Cristo es el amor (Juan 13:35), y cuando este don de Dios se manifiesta en la vida de alguien, este desborda hacia otros. Es por eso que el discipulado de las nuevas generaciones será efectivo cuando el amor por los jóvenes sea mayor a nuestros propios intereses.

Pr. Carlos Campitelli

Director del Ministerio Joven

División Sudamericana

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Escuela Sabática Joven: Actitud Misional – El Método de Cristo

Cuando pensamos en la idea de ser el pueblo de Dios en la Tierra, inevitablemente reflexionamos sobre el propósito. Al final de cuentas, ¿cuál es el sueño de Dios para mí? ¿Para los jóvenes? ¿Para la iglesia? Además, ¿con qué finalidad la creó?

Comencemos entonces por aquí. Observen que el término Iglesia, en el original griego, es ekklesía (εκκλησία) que, en una traducción libre, significa “llamado para afuera”. Sucede que el tiempo pasó y nos acostumbramos a ser iglesia cuando estamos dentro del edificio. Como si ella fuera un castillo de protección contra todo lo que está en sus fronteras. No es raro invertir recursos e ideas en torno de intereses internos, cuando la expectativa de Dios es que sigamos el ejemplo de Jesús y salgamos a salvar. En el sermón del monte, Jesús afirmó que debemos ser la sal de la Tierra y la luz del mundo. Él explicó que la luz no tiene utilidad cuando se esconde y que la sal debe dar sabor, de otra manera no sirve para nada. Era así como Cristo vivía, al mezclarse con las personas de su tiempo. Durante su ministerio, él se valió de un método sencillo, pero poderoso que es necesario entender.

Elena de White lo describe: “Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: “Seguidme” (El ministerio de curación, p.102). Demos una mirada a la metodología de Jesús.

Interactuaba con los hombres. Los evangelios presentan la vida de Jesús en torno a las personas. Ancianos, niños, hombres y mujeres. Judíos, samaritanos, fariseos y publicanos, todos tenían su atención e interés. Los creyentes e incrédulos eran atendidos de la misma manera. Jesús no evadía a las multitudes y no le importó lo que pensarían de él al estar solo con una mujer de reputación dudosa (Juan 4:1-30). Aunque frecuentaba la sinagoga (Lucas 4:16), vivió y presentó el evangelio en las grandes y pequeñas comunidades. Jesús era accesible.

Mostraba simpatía. Una persona simpática atrae a las personas, crea afinidades, conecta ideas y tiene la disposición de atender las demandas del otro. Este era Jesús. “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor” (Mat. 9:36). Uno de los significados de la palabra griega

sumpáthea es “compasión”.

Atendía sus necesidades. Jesús era sensible a las necesidades de las personas. El reino de Dios, que Cristo vino a presentar y establecer, no se limita a aspectos cognitivos. Aunque la enseñanza de la doctrina sea fundamental, debe estar acompañada por actos de bondad, manifestaciones prácticas de amor que es el fundamento del evangelio (1 Corintios 13:1-3).

Se ganaba su confianza. Jesús era una persona confiable y absolutamente coherente. Las personas creían en su discurso. Cuando él terminó de predicar el sermón del monte (Mateo 5-7), las multitudes se maravillaban de sus doctrinas y Mateo explica la razón: “porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” (Mateo 7:29). Las personas observaban en la vida de Jesús el evangelio del cual predicaba, cosa que no veían en los líderes religiosos judíos.

Invitaba a las personas a seguirlo. Este es el resultado final del método de Cristo, el llamado para ser discípulo. Observen que antes de volver al Cielo, Jesús puso a la iglesia en movimiento en la dirección de los que no lo conocían. La misión de la iglesia es predicar el evangelio y bautizar personas de todas las naciones en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8). Todas las acciones que desarrollamos deben dar a las personas la oportunidad de responder el llamado de Jesús.

Las nuevas generaciones están interesadas en el propósito de las cosas. Poseen recursos intelectuales, materiales y tecnológicos que ninguna otra generación acumuló. Cuando todo se reúne en torno de los intereses del Reino de Dios; cuando las acciones de Cristo se reproducen en la vida de cada cristiano, el propósito de Jesús se cumple través de la iglesia.

El método de Cristo en realidad no es un método en sí mismo. Es un proceso que sucede naturalmente, a través del Espíritu Santo, en la vida de quien se asemeja al Maestro. De alguien que entendió que es la voz de Jesús en la tierra; que reproduce su carácter a través de acciones sinceras, desinteresadas y llenas de compasión; una persona que no pierde la oportunidad de compartir el mensaje. Es así como el reino de Dios se expande en el mundo.

Pr. Jairo Souza

Ministério Jovem da APaC/UCB (até 2018)

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